MADRID. "El compromiso de España con la implementación en marcha de una amplia agenda de reformas fiscales y estructurales sigue siendo fuerte", afirma la agencia, que ha decido mantener también sin cambios la calificación 'A-2' de la deuda a corto plazo.
Sin embargo, la agencia ha decidido dejar la perspectiva del rating en 'negativa' como consecuencia de los "múltiples riesgos" en el reequilibrio económico de España, la potencial materialización de los pasivos contingentes adicionales y la eficacia de la eurozona para estabilizar los mercados financieros.
Por otro lado, prevé que la deuda neta pública de España se mantenga por debajo del 80% del PIB después de 2015, ya que cree que los préstamos públicos a las entidades financieras españolas en dificultades serán finalmente mutualizados entre todos los Estados de la eurozona.