Madrid. El PIB se contrajo un 0,4% en tasa intertrimestral en el segundo trimestre del año y un 1% en tasa interanual, según estima el Banco de España en su boletín económico de julio y agosto, en el que afirma que la economía española se ve "fuertemente afectada" por el recrudecimiento de las tensiones financieras en la zona euro.
Las "dudas" sobre la economía española, fruto de las necesidades de recapitalización de la banca y de su capacidad para recortar el déficit según las pautas europeas, "han agravado" la crisis de deuda soberana, según el Banco de España, que añade que en respuesta a los riesgos de esta situación se acometieron diversas actuaciones desde el Gobierno, como la petición de rescate de sus bancos y la aprobación de un "ambicioso paquete de medidas" para reconducir el déficit, en referencia a los recortes aprobados el 13 de julio.
El organismo subraya que la actividad económica española mostró un "ritmo más intenso" de desaceleración en el segundo trimestre de 2012 en comparación con los dos trimestres anteriores, cuando el PIB cayó un 0,3%, debido a un retroceso de la demanda nacional "más acentuado" (1,2%) como consecuencia de que el gasto de las familias y la demanda de las administraciones públicas aceleró su contracción.
Reducción del consumo Estima que el consumo familiar se redujo un 0,5% en tasa intertrimestral, influido por la destrucción de empleo, la pérdida de valor de la riqueza y por el clima de incertidumbre "que ha conducido a una revisión a la baja de las perspectivas económicas".
La demanda exterior "amortiguó" en parte el impacto negativo de la caída de la demanda nacional, según la institución que, ya que realizó una aportación positiva al PIB de ocho décimas, "más alta que la del trimestre precedente", gracias a la "moderada recuperación" de las exportaciones. "En el segundo trimestre, la economía española continuó su proceso de ajuste, con una contracción sustancial del gasto privado y del público y una mejora del deuda externa, pero estos desarrollos se enfrentaron a un entorno muy complicado, caracterizado por el debilitamiento de la economía mundial, la inestabilidad de los mercados financieros y las dudas sobre la dirección y el ritmo de la eventual reforma del marco institucional de la zona euro", reza el boletín.
El Banco de España estima además que el empleo retrocedió en el segundo trimestre a un ritmo anual del 4,6%, con la productividad creciendo a un 3,8% y que la inversión en construcción no residencial también registró tasas negativas. En este contexto, el Banco de España cree que la economía española muestra "dos fuentes relevantes de vulnerabilidad": la situación del sistema bancario y la percepción de que las administraciones públicas tienen dificultades para reconducir las finanzas públicas hacia la estabilidad.