Laguardia. El mundo al revés en la compañía alavesa Ramondin. Los trabajadores callan, la empresa sí habla y, además, se manifiesta con una pancarta que cuelga de su sede. En el origen, las protestas de la plantilla contra la decisión de la empresa de obligar a una treintena de trabajadores a acudir los festivos a su puesto sin contraprestación alguna. Ayer se manifestaron frente a la sede para denunciarlo con la sorpresa de que también la dirección hizo lo propio, utilizando una pancarta donde ilustró las condiciones económicas y laborales de los trabajadores. "Desde el año 2003 todos los contratos en Ramondin son de lunes a domingo, pero hasta este año no hemos necesitado utilizarlos", destacó a este periódico su director general, José Miguel Munilla, que insistió: "Había un calendario laboral establecido a principios de año, como en todas las empresas, pero no lo habíamos aplicado. Ahora hemos tenido que echar mano del artículo 41, de modificación sustancial de las condiciones de trabajo, para aplicar ese calendario a 21 persona más, ocho de otra sección para que trabajen de lunes a domingo, a pesar de que en los contratos ya estaba establecido".

El directivo, que lleva once años al frente de la empresa, destacó asimismo que el salario medio del personal afectado es de 30.621 euros al año, repartido en 2.189 euros al mes en 14 pagas, y que todos los trabajadores han tenido durante los años 2010, 2011 y 2012 un incremento salarial del 6,5%. Sin embargo, a pesar de esa situación "el comité nos pidió que cada hora trabajada en domingo se pagara al doble, algo que la empresa no puede mantener si no es a costa de perder competitividad y desplazando carga de trabajo a las fábricas de Francia o Argentina". En la negociación con los trabajadores, que ayer declinaron hablar, Ramondin ofreció pagar cada hora por hora, comprometiéndose a mantener todos los puestos de trabajo. "Sin embargo, hay algunos que no viven la realidad de nuestro país y nos piden compensaciones imposibles", concluyó Munilla.