MADRID. El rendimiento del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide el riesgo país, caía levemente hasta el 6,954 %, en tanto que el del bono germano repuntaba hasta el 1,219 % desde el 1,119 % anterior.
Tras alcanzar la semana pasada un máximo histórico intradía por encima de 580 puntos básicos, la prima de riesgo de España concluía ayer la sesión con su cota más alta al cierre, 576 puntos básicos.
Varios eran los factores que perjudicaban la rentabilidad de la deuda española en el mercado secundario, según los analistas consultados.
El principal se refiere a las dudas que despierta la capacidad real de España para controlar el déficit dadas las dificultades que encuentra el Gobierno central para hacer que las comunidades autónomas cumplan con sus objetivos.
Asimismo, persiste en el mercado la sensación de que los titulares de deuda senior emitida por bancos españoles van a tener que asumir pérdidas (una quita), algo que fue desmentido ayer por la Comisión Europea y que está en contra del criterio del Banco Central europeo (BCE).
Hoy el Parlamento alemán vota la participación de su país en la ayuda a la banca española en una sesión extraordinaria en la que la canciller Angela Merkel espera obtener un amplio respaldo.
Todo ello un día antes de que los ministros de Finanzas de la zona del euro celebren una conferencia telefónica de la que no se esperan decisiones drásticas, y pocas horas antes de que España celebre una emisión de deuda en la que intentará captar entre 2.000 y 3.000 millones en bonos con vencimiento en 2014 y obligaciones con vencimiento en 2017 y 2019.
El comportamiento del bono español a diez años en el mercado secundario de deuda podría indicar que el Tesoro Público tendrá que pagar hoy algo más por la colocación de bonos y obligaciones, después de que el pasado martes lograra bajar el interés de una emisión de letras a doce y dieciocho meses.
También las primas de riesgo de otros países europeos se mantenían en niveles altos y similares a los de la víspera: la de Italia, en 486, la de Irlanda, en 503, y la de Portugal, que ayer logró colocar en una emisión de deuda el máximo previsto con intereses más bajos que los de España, en 933.
Por lo que respecta a los seguros de impago de deuda ("credit default swap" o CDS), relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares, se cambiaban a 519.150 dólares anuales, ligeramente por encima de los 514.890 de la víspera.
Los CDS de España se mantienen como los quintos más caros del mundo, sólo por detrás de Argentina, Venezuela, Ucrania y Portugal.
Respecto a los futuros, los que adelantan el comportamiento de la deuda europea bajaban al 145,18 %, desde el 145,34 % anterior, en tanto que los que predicen el futuro de la deuda estadounidense comenzaban la jornada en el 151,02 %.