vitoria. La coyuntura de crisis sigue amparando la puesta en marcha de Expedientes de Regulación de Empleo que ya son una constante también en el escenario alavés.

Ayer, la dirección del Grupo Kider, dedicado a la fabricación y comercialización de mobiliario comercial e industrial, anunció que se une a la larga lista de empresas que han tenido que tomar esta decisión "como consecuencia" de esta coyuntura y tras no haber alcanzado un acuerdo con los trabajadores para bajar sus sueldos.

Esta decisión afectará a toda la plantilla del grupo, 425 trabajadores, repartidos principalmente en los centros de Murga, Amurrio, Barakaldo y Peralta -así como en otras instalaciones administrativas-, que afrontarán desde ahora y hasta el 30 de septiembre este ERE de suspensión de 30 días.

La dirección explicó ayer que Kider ha sufrido una "constante y repentina caída de los pedidos" lo que, unido a otros factores como la restricción del crédito por parte de los bancos o la subida del precio de las materias primas y la luz, le llevó a negociar una reducción de los "costes laborales" que la plantilla no aceptó. Por eso, Kider asegura que no puede "soportar" la actual situación salarial, y además advierte de que, "dadas las pésimas perspectivas", no descarta tomar "nuevas medidas de ajuste laboral" más allá del fin del ERE.