PARÍS. La decisión es consecuencia, según indicó la compañía en un comunicado, del empeoramiento del mercado europeo en el primer semestre, en el que la producción de Peugeot, "muy expuesto a Europa del Sur", se ha contraído un 18 %.
La utilización de la capacidad de las plantas europeas del grupo bajó hasta el 76 % en esos seis meses, frente al 86 % del mismo periodo anterior, y se esperan unas pérdidas de 700 millones de euros en su resultado operativo de enero a junio.
"La amplitud y el carácter duradero de la crisis que afecta a nuestra actividad en Europa hace indispensable nuestro proyecto de reorganización", indicó en esa nota el presidente de la empresa, Philippe Varin.
Para afrontar esa reducción del negocio, "recuperar el equilibrio y la capacidad de aplicar" su estrategia empresarial, el proyecto incluye entre otros el cese de la producción de su planta de Aulnay en 2014, en la que trabajan 3.000 personas, a las que se ofrecerá una solución a su "problema de empleo".
La empresa añadió que su planta de Rennes, dedicada a la fabricación del Peugeot 508, Citrën C5 y C6, también se ha visto afectada por la coyuntura europea y de sus 5.600 empleados se estudia la salida de 1.400 "con las medidas de acompañamiento necesarias".
Los otros 3.600 puestos que planea suprimir se repartirán en el conjunto de sus fábricas en el país, dentro del plan de adaptación de su estructura al volumen de actividad, reducir costes y mejorar su eficacia operativa.
El conjunto de medidas anunciadas, según la compañía, serán detalladas durante la presentación de los resultados semestrales el próximo 25 de julio.
Pero su objetivo, tal y como se adelantó, es que contribuyan a la vuelta al equilibrio del flujo de caja operativo para finales de 2014, "antes de que los efectos de la alianza con General Motors se noten".