Bilbao. ELA expuso ayer su táctica para el nuevo escenario de negociación colectiva abierto tras las reformas del Gobierno español. El sindicato vasco cree que los sucesivos cambios legislativos "obligan a adaptar las negociaciones a una nueva realidad", en la que los convenios de sector firmados en Euskadi "ya no tienen espacio, ya no obligan ni fijan unas condiciones mínimas". ELA reiteró ayer que ve imposible alcanzar un acuerdo general con Confebask para renovar los convenios vascos que "no incluya el elementos regresivos", por lo que centrará sus fuerzas en organizar a los trabajadores en cada centro de trabajo para evitar que la reforma laboral "entre por la puerta de las empresas".

La mayoría de convenios sectoriales vascos, que amparan a unos 400.000 trabajadores, han perdido su capacidad reguladora por las reformas del Gobierno español del PSOE y PP, que sitúan en la empresa el foco de la negociación colectiva y permiten a CCOO y UGT alcanzar acuerdos de sector para todo el Estado que pisan algunas materias del ámbito vasco, denuncia ELA.

Frustrado en diciembre un primer intento por parte de los agentes sociales para mantener vivo el marco laboral vasco, no parece que vaya a haber una segunda ronda de negociación, al menos ELA reitera su no rotundo. "No sirve crear ficciones, no hay manera de evitar la prioridad aplicativa del convenio de empresa, la ley es tajante", asumía ayer Joseba Villarreal, responsable de ELA de negociación colectiva. Por ello, Villarreal explicó que ELA tiene ahora como prioridad, por encima de intentar desbloquear y blindar los convenios sectoriales vascos, "impedir que la reforma entre a los centros de trabajo", aunque esto suponga abrir una etapa "necesariamente conflictiva" en el terreno laboral.

Eso sí, la central abertzale deja claro "que no nos marcharemos de ninguna mesa". "Siempre hemos apostado por los convenios de sector, pero debemos adaptarnos a las nuevas reglas de juego que nos imponen", afirmó Villarreal.