HELSINKI. Los líderes de la zona euro pactaron la semana pasada adoptar medidas para proteger la unión monetaria y rebajar los costes de financiación para España e Italia, aunque sin precisar los detalles de cómo se emplearían los recursos del actual fondo de rescate (FEEF) y del Mede.

La decisión de adquirir bonos soberanos en los mercados secundarios a través del Mede requeriría unanimidad, algo improbable ante la oposición de Finlandia y Páises Bajos, según refleja un informe del Gobierno finlandés remitido al Parlamento del país escandinavo.

Por su parte, la Comisión Europea ha eludido valorar la amenaza de Finlandia de bloquear la compra de deuda por parte del mecanismo europeo de estabilidad.

El portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, se ha limitado a explicar que la decisión de activar la compra de deuda debe adoptarse por unanimidad de los países del euro, excepto en los casos en que sea necesario actuar "de forma urgente para salvaguardar la estabilidad de la eurozona". En esta situación, el fondo puede ponerse en marcha por una decisión de los Estados miembros que representen el 85% del capital suscrito.