Vitoria. Los dos años invertidos hasta la fecha en el desarrollo tecnológico de los futuros aviones y el contrato de tres años de permanencia en este mismo proyecto serán tiempo suficiente para que Ingeinnova vuele sola y afronte proyectos aeronáuticos integrales en Euskadi. En este sentido, en la agenda de Pedro Mari Olaeta ya hay fechas y objetivos. El industrial quiere construir en un plazo de tres años un turborreactor de cinco plazas y quiere hacerlo con proveedores vascos, consciente de que éste tipo de aparatos goza de un demanda "más o menos estable".
Para entonces, añade Olaeta, la parte aeronáutica de Ingeinnova debería haber dado un salto cuantitativo tanto en términos de facturación, que debería ascender a los 4,5 millones de euros, como de empleo, alcanzando una plantilla de casi 30 ingenieros. En este proceso de crecimiento es probable también que la estructura de la compañía progrese, un aspecto innato entre sus socios desde su fundación en 2001. Ingeinnova vio la luz con dos ingenieros y hoy cuenta ya con casi 40 trabajadores procedentes de las cinco ingenierías alavesas que con el tiempo han ido sumándose a este grupo multidisciplinar.