PARÍS. Las reformas adoptadas en la última década en los sistemas de pensiones han recortado la cuantía futura de las pensiones públicas entre un 20% y un 25% de media entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según recoge en el nuevo informe Perspectivas de las pensiones 2012, en el que recomienda además ampliar aún más la edad de jubilación y fomentar las pensiones privadas. La OCDE incide en que los gobiernos tendrán que aumentar de forma gradual la edad de jubilación para hacer frente al incremento de la esperanza de vida y poder así garantizar la sostenibilidad de sus sistemas nacionales de pensiones.

La organización destaca que en tiempos de elevada incertidumbre económica global este tipo de reformas pueden también jugar un "papel crucial" en la respuesta de los gobiernos a la crisis, contribuyendo a la consolidación fiscal al mismo tiempo que impulsan al crecimiento.

En concreto, señala que en los próximos 50 años, la esperanza de vida al nacer está previsto que se incremente en más de siete años en las economías avanzadas. Según la legislación actual, la edad de jubilación será entonces de 65 años en la mitad de los países de la OCDE y en catorce estará entre 67 y 69.

En cambio, recuerda que están en marcha o previstos incrementos de la edad de jubilación en 28 de los 34 países miembros, pero advierte de que solo en seis se equipararán con la esperanza de vida para los hombres y en diez para las mujeres. "Los gobiernos deberían considerar la posibilidad de unir la edad de jubilación a la esperanza de vida, como en Dinamarca e Italia, y hacer mayores esfuerzos para promover las pensiones privadas", aconseja. El secretario general de la OCDE, Angel Gurría, incidió en la necesidad de adoptar "medidas valientes" y defendió que será necesario romper las barreras que impiden trabajar más allá de la edad de jubilación para "garantizar que nuestros hijos y nuestros nietos pueden disfrutar de una pensión adecuada a finales de su vida laboral". "En este momento de tensas finanzas públicas y limitado espacio para la política monetaria y fiscal, estas reformas pueden también servir para impulsar el muy necesario crecimiento en las economías envejecidas", remarcó.

La OCDE prevé que los ciudadanos que empiecen hoy a trabajar cobren una pensión pública neta de alrededor de la mitad de sus ganancias netas de media en los países de la OCDE, si se retiran a la edad oficial y con todos los años cotizados. Añade que en casi todos los 13 países que han hecho las pensiones privadas obligatorias los pensionistas pueden esperar beneficios del 60% de los ingresos.