MADRID. Este resultado negativo prolonga la crisis del mercado automovilístico español que está en registros similares a los de 1993, el peor ejercicio de la historia para esta actividad.
Con este resultado, en los cinco primeros meses del año se han acumulado 332.811 matriculaciones que, frente a las 358.827 de enero-mayo de 2011, suponen una caída del 7,3 %.