Vitoria. La Dirección de Celsa Atlantic, la antigua Laminaciones Arregui, y su comité de empresa en Álava mantuvieron ayer su segundo encuentro en el Preco -el sistema de procedimientos voluntarios para la solución de conflictos laborales creado en Euskadi por las organizaciones sindicales y empresariales más representativas- para tratar de encontrar una salida a la delicada situación de la compañía, cuyo agujero económico -según su propia versión arrastra pérdidas millonarias desde 2010- obligó el pasado día 15 a presentar unERE de extinción para los 352 trabajadores que conforman sus dos plantas en Vitoria y Urbina.
un plan nada convincente Aunque en un primer momento la Dirección se negó a aceptar otra solución que la liquidación de la sociedad, sus responsables presentaron ayer a los representantes sindicales un plan de viabilidad que aunque no convenció a la gran mayoría, al menos abre una esperanza a la continuidad de la empresa siderúrgica. Cabe recordar que el Gobierno Vasco, en un intento de ayudar a mantener la actividad de las dos fábricas con un crédito participativo de cinco millones de euros, exigió la presentación de dicho plan así como un acuerdo entre ambas partes que garantizara el futuro de las dos sedes y sus respectivas plantillas. De todo ello dará cuenta hoy el comité de empresa durante una comparecencia conjunta en la sede de UGT a partir de las 10.00 horas.
Según ha podido saber este periódico, la postura de la empresa continúa siendo extremadamente “dura” e “inasumible” para los trabajadores, manteniéndose sobre la mesa los 91 despidos que en una primera oferta exigió Celsa como condición para no liquidar la compañía. El plan de viabilidad del grupo catalán también exigiría una reducción salarial de entre el 10% y el 20%, así como una propuesta de recolocación para los trabajadores afectados en diferentes plantas del grupo. >a. goñi