Donostia. La compañía guipuzcoana DMP, perteneciente a la Corporación Egile, acaba de firmar un contrato por un importe de 56 millones de euros para la fabricación de diversas piezas del sistema de amortiguación de los trenes de aterrizaje de los aviones Boeing 787 Dreamliner y Airbus 350, 330 y 340. De esta forma, la empresa de Mendaro, especializada en componentes mecánicos de precisión, consolida su posición como especialista en sistemas de suspensión para trenes de aterrizaje de aviones de doble pasillo, que son los aparatos de mayor capacidad que surcan los cielos. El contrato que DMP ha firmado con la compañía francesa Messier Dowty, líder mundial en la fabricación de trenes de aterrizaje, significa la presencia de la empresa vasca en todos los programas de fabricación de aviones de doble pasillo, lo que confirma su alta capacidad tecnológica.

El contrato tiene una vigencia de diez años, aunque contempla una producción de los kits de suspensión para un mínimo de 200 aviones de cualquiera de los tres modelos, con lo que se salvaguarda la posibilidad de que se produzcan paradas de producción por la puesta en marcha de nuevos programas. Así, el contrato puede alargarse por encima del plazo prefijado, con el fin de cumplir los volúmenes de producción mínimos acordados. El acuerdo entre DMP y Messier Dowty, firmado hace un mes, según manifestó explicó a este diario el director comercial de la compañía vasca, Philippe Roulet, contempla el suministro del 100% del tren de aterrizaje de los 60 primeros aviones que salgan de las plantas de producción para luego, una vez que vayan aumentando las ventas y las entregas a los distintos países deslocalizar la producción a fabricantes locales hasta un máximo del 70%.

Las piezas de DMP van montadas en el interior de eje principal. Foto: dna