vitoria. A pesar de la descontrolada prima de riesgo, la incertidumbre de Grecia o el clima de inestabilidad política y financiera que hace tiempo se extiende por Europa, el Gobierno Vasco ofreció ayer un diagnóstico de su situación económica "preocupante" pero "tranquilizador" al mismo tiempo. O, al menos, ésa fue la intención de Carlos Aguirre, consejero de Economía, cuando valoró en la sede de Lakua las cuentas vascas del primer trimestre del año, que se saldaron con una bajada del 0,3% del Producto Interior Bruto. El hecho de que también en el trimestre anterior la evolución había sido negativa (-0,2%), Euskadi entra formalmente en recesión después de siete trimestres consecutivos de crecimientos interanuales positivos.

A pesar de ello, el discurso de Aguirre trató de aferrarse al optimismo. Fundamentalmente, dijo, por dos cuestiones estratégicas. El tirón de uno de sus principales clientes, la economía alemana -es la única potencia europea que crece hasta la fecha (0,5%)- y la llegada a la presidencia de la República francesa del socialista François Hollande, mucho más partidario de establecer políticas expansivas que su predecesor, Nicolas Sarkozy. Este extremo, intuyó el consejero, podría afectar positivamente a la evolución de la economía europea a corto plazo y, por lo tanto, a la vasca. "Una política centrada únicamente en la reducción del déficit público como la que promueve Angela Merkel, lejos de aliviar las tensiones financieras las aumenta, porque está aumentando la incertidumbre sobre los mecanismos de defensa de la deuda soberana y sobre la eficacia de las reformas acometidas", añadió con espíritu crítico en este sentido.

posición mejorable Estas dos cuestiones, unidas al cambio que se empieza a vislumbrar en los mensajes de determinados dirigentes europeos, permitiría pensar en el posible inicio de una recuperación basada en el sector exterior que "sería lenta y con efectos limitados para este año", explicó Aguirre. De todas formas, dada la volatilidad de la situación económica, el consejero reconoció la extraordinaria dificultad de tratar de lanzar previsiones a largo plazo, a pesar de lo cual anunció después que el Gobierno elaborará sus nuevas previsiones en un plazo aproximado de un mes.

En este escenario de relativo optimismo que ayer dibujó el titular de Economía -Eustat certificó que el PIB del primer trimestre cayó casi medio punto menos de lo que se había pronosticado-, la situación podría no ir a peor en los próximos meses. Y aunque es cierto que aumentará el paro e incluso podría volver a desplomarse el capítulo de ingresos por tributos hasta un 5%, la caída del PIB vasco podría no llegar al 1,3% previsto, lo que mejoraría sensiblemente las previsiones sobre el cierre del año.

rescate financiero Tampoco el capítulo de la prima de riesgo -el diferencial entre el interés que se cobra a la deuda española y la alemana- y la posibilidad de que sus elevados niveles alcanzados pudieran provocar el rescate financiero de España alteró el semblante sereno de Aguirre, que evitó meter en el mismo saco al país con otras economías como las de Grecia, Irlanda o Portugal. "Ni la dimensión ni las circunstancias son las mismas", subrayó. Llevado este mismo asunto al terreno vasco, sí reconoció en cambio que la situación de la prima de España afecta a la economía vasca aunque de manera más "atemperada" que en otras comunidades, ya que Euskadi tiene acordada con el Banco Europeo de Inversiones una emisión de 480 millones de euros. Esta cantidad, con la que ya emitió hace meses antes de las últimas subidas de la prima de riesgo, hace que el Gobierno Vasco tenga o emitida o acordada entre el 60% y el 65% de los más de 1.100 millones de euros de deuda previstos para este año.

Exportaciones a la baja Al mismo tiempo, ayer también fue el turno del balance exportador de Euskadi en los tres primeros meses del año. Y el resultado no fue bueno. Las exportaciones cayeron un 2,3%, después de que éstas registrasen una subida récord el pasado año, según recogió ayer el informe del Eustat sobre el comportamiento de la economía de Euskadi en los tres primeros meses. Este comportamiento interanual negativo resulta especialmente relevante si se tiene en cuenta que el pasado año las ventas vascas al exterior sumaron 21.067 millones de euros, casi un 18% más que en 2010, una cifra nunca alcanzada en Euskadi.