BILBAO. Los representantes de Alternatiba, Oskar Matute, de Aralar, Josu Murgia, de EA, Ibon Cabo, y de la izquierda abertzale, Marije Fullaondo, han comparecido este martes en Bilbao para trasladar su opinión acerca de la Ley de Cajas y del modelo bancario.
Según ha señalado, en diciembre se acordó "excluir a Bildu del consejo de administración de Kutxabank" y, ahora, "la derecha de esta parte de Euskal Herria", en referencia a PNV y PP, "acuerda garantizarse el control en dicho consejo, al margen de cualquier proporcionalidad acorde con la nueva realidad institucional".
Kutxabank, han precisado, es "un banco público y que, por lo tanto, debería contar con una representación política y social proporcional y democrática, que en esta Ley de Cajas no se va a dar, porque quienes la han pactado, el PNV y el PP, solo tienen objetivos especulativos, expansionistas y alejados de los intereses de este país".
Según han criticado, el acuerdo de PP y PNV "reduce considerablemente la participación de los ayuntamientos" y han destacado que "existe una importantísima representación de ayuntamientos gobernados por Bildu y Aralar a quienes, en busca de mayores cuotas de poder, PNV, PP y la propuesta del PSE pretender hacer desaparecer, reduciendo la participación de los gobiernos municipales del 30 al 17 por ciento".
CAMBIAR EL MODELO
Frente a una crisis "sistemática derivada de un sistema económico basado en el mero productivismo" y sustentada en un crecimiento financiero "especulativo", Alternatiba, Aralar, EA y la izquierda abertzale han refirmado su determinación para "poner en pie una alternativa que, entre otras cosas, cambie de raíz el sistema económico, el mercado y el sistema financiero".
Las cuatro formaciones integrantes de Bildu han señalado la necesidad de instaurar "una banca vasca pública y solidaria, que responda a los intereses de los ciudadanos de Euskal Herria, una banca pública opuesta a la habitual privatización de beneficios y a la cada vez más habitual socialización de pérdidas".
A su entender, lo que está ocurriendo con el sistema bancario es "un auténtico esperpento" y, "sin embargo, los gobiernos se niegan a pedir responsabilidades de ningún tipo a quienes han gestionado la banca para su propio beneficio, poniendo en riesgo los derechos sociales de la ciudadanía en general".
"En lugar de exigir responsabilidades, incluso penales, el Gobierno del PP, siguiendo la línea marcada anteriormente por el PSOE, apuesta por ayudar a las personas e instituciones que han provocado la crisis que estamos padeciendo", han denunciado, para criticar que "se inyecta dinero público a la banca en nombre de la solución, empobreciendo y debilitando el sistema público, dejando las instituciones a merced de los bancos y desahuciando el estado de bienestar".
En ese sentido, se ha referido a la nacionalización de Bankia, que se ha tenido que "sanear ahora con dinero público, mientras desaparece la obra social y mientras a la ciudadanía se le imponen recortes en nombre de la solución, dejando al borde del abismo los derechos sociales, laborales y de cobertura que se han conseguido mediante años de lucha social".
Los integrantes de Bildu han advertido de que, "en Euskal Herria, si las cosas continúan como pretenden algunos, en Kutxabank nos podemos encontrar con algo parecido". En ese sentido, se han referido a la oferta sobre Catalunya Banc que, a su juicio, "pondrá en riesgo el futuro de Kutxabank, el de su Obra Social y, sobre todo, se alejará aun más de los objetivos que kutxabank debe perseguir, que son la defensa de un sistema financiero público para Euskal Herria que sirva para ayudarnos a salir de la crisis, la creación de empleo de calidad, ayudar a las pequeñas y medianas empresas y a toda la ciudadanía".
Para las cuatro fuerzas políticas, es importante que Kutxabank disponga de un activo de 75.729 millones de euros "conseguido mediante los ahorros de la población de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa" y, según han dicho, su objetivo es conseguir que esos activos se utilicen "en beneficio de la economía de la mayoría de la sociedad vasca, que es de donde provienen, y no en la especulación para mayor beneficio del capital".
Para ello, han advertido, "se deben dejar de lado operaciones de fusión expansionistas y apostar por la economía y las necesidades sociales".
Por ello, han considerado "imprescindible" que Kutxabank "no se privatice, que no se busque su permanente crecimiento especulativo y que funcione como lo que debería ser, una banca pública al servicio de la ciudadanía y de la planificación social y económico".
Alternatiba, Aralar, EA y la izquierda abertzale creen que "urge un cambio de modelo, también para el sistema bancario", y apuestan por un modelo "donde el mercado esté al servicio de la ciudadanía y no al revés, un modelo por el que no apuesten ni PSOE ni PP ni PNV, como fácilmente se puede comprobar en el proyecto de Ley de Cajas".