Bruselas. Los oscuros nubarrones que mantienen contra las cuerdas a la economía española seguirán sin despejarse durante los próximos dos años. Pese a la subida de impuestos y recortes promovidos por el Gobierno de Mariano Rajoy, España seguirá lejos de los objetivos de reducción del déficit público que incumplirá tanto en 2012 como en 2013 si no se adoptan medidas adicionales. Según las nuevas previsiones macroeconómicas de primavera presentadas ayer por la Comisión Europea, este año se cerrará con un agujero en las cuentas públicas del 6,4%, frente al 5,3% prometido a la UE, mientras que el próximo año el desvío será del 6,3%, muy lejos del 3% al que debe limitarlo. El comisario de asuntos económicos, Olli Rehn, avanzó ayer que pedirá nuevas medidas de ajuste el 30 de mayo, una semana después de la cumbre del crecimiento.
A juicio de Rehn, la culpa de este incumplimiento la tienen las comunidades autónomas y la Seguridad Social, que terminará 2012 en números rojos debido al deterioro del mercado laboral y a una caída de ingresos que el Gobierno de Rajoy no ha previsto. "Los gobiernos regionales no han detallado todas las medidas de consolidación fiscal y la seguridad social, cuyas previsiones apuntaban a un presupuesto equilibrado, registrará déficit este año", advirtió durante una comparecencia de prensa en la que pidió a las autoridades españolas que restrinjan "el exceso de gasto de los gobiernos regionales" y que apliquen "estrictamente la ley de estabilidad presupuestaria". Rehn también recordó que sus predicciones se basan en un escenario sin cambio de políticas en el que ni se han tenido en cuenta los planes presupuestarios de las comunidades autónomas ni algunas de las medidas anunciadas por el PP.
En todo caso, el desvío de más de un punto este año sugiere que para cumplir será necesario un ajuste adicional de unos 11.000 millones de euros. Ayer Rehn no quiso concretar si ampliará el plazo para que España vuelva al equilibrio presupuestario, o qué recortes adicionales exigirá. Sí avanzó que dará detalles el próximo 30 de mayo, una vez que hayan examinado el programa de estabilidad y reformas para 2013, los planes de ajuste de las comunidades autónomas y los planes para sanear la banca. "Es en ese momento cuando podremos decir si son necesarias medidas presupuestarias adicionales o más bien cuántas medidas adicionales son necesarias", especificó.
Como telón de fondo, una recesión mucho más dura de lo previsto hace unos meses y que empeorará durante la segunda mitad del año. Según los pronósticos, la economía española se contraerá un 1,8%, una décima más de lo previsto por el gobierno, y aunque volverá a crecer durante el primer trimestre de 2013 cerrará ese año con una caída del 0,3%. Se convertirá así en el único país de la Unión Europea que seguirá en negativo ya que hasta Grecia, que se contraerá este año un 4,7%, cerrará el próximo año con un plano 0%.
El informe comunitario, que titula el epígrafe español con un elocuente "tiempos difíciles por delante", alerta de que la reforma laboral emprendida por el Gobierno seguirá sin tener efectos positivos. La destrucción de empleo seguirá viento en popa y la tasa de paro seguirá disparándose hasta el 24,4% de la población activa este año y 25,1% el próximo. Además, el consumo privado seguirá muy debilitado debido a las altas tasas de desempleo, la importante deuda de los hogares y las restricciones en el acceso al crédito mientras el sistema financiero mantiene su vulnerabilidad a las tensiones del mercado debido a su gran exposición al ladrillo.
Las perspectivas ofrecen una evolución más halagüeña a la economía de la Eurozona que empezará a notar la recuperación en la segunda mitad de este año. Según las previsiones este año registrará una contracción del 0,3% mientras que crecerá el 1% en 2013. Unos datos que esconden enormes diferencias. Frente a las caídas en el sur de Europa y en Holanda, el eje francoalemán ejercerá de tirón en la recuperación. Francia crecerá un 0,5 y un 1,3% durante los próximos dos ejercicios y Alemania un 0,7 y un 1,7% respectivamente.