vitoria. 31 de mayo. Al margen de que finalmente el Ejecutivo apruebe en pocos días un segundo decreto para sanear el sistema financiero, quedan apenas cuatro semanas para que se cumpla el plazo previsto por la reforma del sistema financiero sobre la nueva vuelta de tuerca a la reestructuración del sistema estatal, o lo que es lo mismo, para que venza el plazo dado a las cajas para sus posibles fusiones. De momento, La Caixa se ha hecho con Banca Cívica -donde está la CAN navarra-, Ibercaja ha adquirido a Caja 3, y Unnim ha pasado a manos de BBVA. Pero el grueso de las operaciones está pendiente. Kutxabank tiene entre manos el cuaderno de venta de Catalunyacaixa (como otras entidades) y desde el Banco de España y el Ministerio de Economía se están impulsando varias operaciones, según fuentes financieras. Varios grupos de cajas podrían unificarse y el tiempo se agota.

Y es que desde diversos estamentos como el Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea o el Banco Central Europeo se sigue reclamando que España ponga fin al problema de su banca, expuesta fuertemente al ladrillo y puesta en el punto de mira en las últimas semanas. El presidente del BCE, Mario Draghi, pidió el pasado jueves desde Barcelona que España culmine la reestructuración del sistema bancario advirtiendo de que "si tienes un problema con el sistema financiero, hay que afrontarlo". Parece que el Gobierno de Rajoy ahora está dispuesto a hacerlo. Durante los últimos meses, los movimientos no han cesado.

En el campo de las antiguas cajas de ahorro, Kutxabank es una de las que mejores ratios de solvencia presenta. El grupo de las cajas vascas ha ganado 50,3 millones de euros de beneficio en el primer trimestre del año y lo que es más importante, en ese tiempo ha destinado 44,3 millones a las provisiones para riesgos generales y deterioro de activos. El banco vasco tiene así completamente constituidas las provisiones establecidas por el Real Decreto Ley 2/2012 de saneamiento del sistema financiero.

Futura ampliación Kutxabank mira ya al futuro, un futuro que pasa por ampliar el tamaño de esta entidad. Desde que Kutxa, Vital y BBK volcaron su actividad financiera a Kutxabank, desde la entidad se ha reiterado que el objetivo final es que el banco doble su tamaño actual. De 76.000 millones de euros, pasaría a rondar los 150.000. Pero como conseguirlo no es fácil.

Sin embargo, ahora hay una vía abierta en el horizonte, aunque difícil de lograr. Kutxabank está estudiando el cuaderno de venta de Catalunyacaixa -entidad surgida de la fusión entre Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa que está intervenida y cuya subasta el Banco de España ha puesto en marcha-. El proceso es el siguiente, varias entidades han recibido ya el cuaderno de venta del grupo con documentación descriptiva y analítica. Después, los interesados podrán formular una oferta de compra no vinculante. Si el Banco de España acepta esas ofertas, los posibles compradores podrán realizar entonces auditorias, entrevistas con el equipo directivo de Catalunyacaixa o revisión de expedientes, para conocer de primera mano la situación financiera de la entidad. Tras esa fase, se podrán presentar ofertas vinculantes. Será entonces, si es que hay más de una oferta, cuando el Banco de España escoja al comprador de la caja. Al ser una entidad intervenida, el plazo del 31 de mayo se anula, y de hecho está previsto que sea a finales de junio cuando se conozca quien se hace con el grupo.

Kutxabank ya anunció que estudiará la posible operación, aunque ello no implica que realice después oferta alguna. Catalunyacaixa cumple con el perfil de entidad con la que planea crecer el banco vasco, ya que tiene un tamaño relevante y es una excelente franquicia en un territorio, el catalán, en el que las cajas vascas apenas tienen presencia. Pero serán los números los que determinen si la operación es realmente apetitosa o no. Además, desde el sector financiero se barrunta que son varias las entidades que podrían estar interesadas, como Banco Sabadell -que representa la opción de que que la entidad siga en manos catalanas, algo deseado por los partidos catalanistas-, Banco Santander e incluso BBVA. Con todo, el Santander, que no ha participado en el reparto del pastel hasta ahora, suena como favorita en las quinielas del mundillo.

Posibles movimientos Dejando al margen a las cajas vascas y Bankia las miradas se centran estos días en los movimientos de las cajas medianas.

Unicaja -fusionada con Caja España Duero-, Banco Mare Nostrum -que conforman Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedès y Sa Nostra-, Liberbank -Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura-, e Ibercaja -que ha engullido a Caja 3: CAI, CajaCírculo de Burgos y Caja Badajoz-, son los grupos de cajas de tamaño medio actuales. Su peso es similar al de Kutxabank, por debajo de los 100.000 millones de euros en activos y en los próximos días podrían anunciarse una o dos fusiones entre ellas.

Todo apunta a que desde el BdE y el Ministerio de Economía, se ha empujado a estas cuatro entidades a que estudien posibles fusiones antes del 31 de mayo. Desde varios estamentos económicos se apunta a que las conversaciones están abiertas y que podría producirse una doble fusión, que serviría para superar ese tamaño de 100.000 millones, o incluso una fusión a cuatro.