Cada vez son más los jóvenes que se apuntan a la tendencia de los patinetes y es que no hay duda de que han sido objeto de una gran evolución. Lo que comenzó como un juguete para niños hoy se ha convertido en un medio de transporte para todas las edades y en una modalidad deportiva extrema que resulta cada vez más habitual ver en la capital alavesa.
Así lo consideró Javier Guerra, uno de los fundadores de Scooter Xtreme, cuando una de las veces en las que acompañaba a uno de sus hijos al skatepark se dio cuenta de que el número de practicantes de este deporte había crecido considerablemente en relación a tiempos anteriores. "Cada vez eran más los chavales que utilizaban la scooter freestyle así que vi una oportunidad de negocio que no quería dejar escapar", recuerda. Y así lo hizo. Compartió su idea con Josema Cuerda, que conocía del pádel, y ambos la pusieron en marcha inmediatamente.
El proyecto nació a comienzos de 2011 y después de un esfuerzo promocional "importante", el 1 de diciembre se inauguró la tienda, convirtiéndose en la primera del Estado que se dedica en exclusiva a la venta de scooter freestyle. "Queríamos abrir antes de Navidad porque es una campaña demasiado importante como para perdérnosla", comenta Cuerda. De esta manera y gracias a la publicidad que hicieron a lo largo del mes de noviembre con la distribución de 50.000 catálogos en los colegios, la campaña funcionó tan bien o mejor de lo que esperaban.
La tienda dispone de scooter freestyle, acondicionados para hacer trucos o tricks, saltos, etc. Esta es una modalidad deportiva extrema nueva y con poca implantación todavía a nivel nacional que pueden llegar a personas desde los siete hasta los 30 años. Pero también ofrecen patinetes de paseo que, aunque no tenga nada que ver con la de freestyle, ha llegado muy lejos. "Tenemos a clientes de entre 35 y 40 años que se desplazan al trabajo con este patinete", comenta Guerra.
Estos dos socios y amigos no pueden ver un futuro con más optimismo. Y es que en la recién bautizada Green Capital donde todo lo que tenga que ver con favorecer el medioambiente funciona sólo falta que cada vez haya más gente con ganas de rodar por toda la ciudad.