MADRID. En concreto, en los últimos tres meses la cartera internacional en bonos y letras del Estado ha sufrido una fuga de casi 62.000 millones de euros, desde los 281.439 millones de euros con que cerró el pasado año hasta los 219.601 millones de euros a 31 de marzo.
En concreto, son cuatro los meses consecutivos de caídas que encadena esta cartera, debido principalmente a la desconfianza que hay sobre la economía española y que ha llevado a la prima de riesgo a situarse por encima de los 400 puntos básicos y situar su interés cercano al 6%.
Esta salida del capital extranjero de la deuda española se produce a pesar de que el Tesoro ha sido capaz de emitir en lo que va de año más de 60.000 millones de euros, las dos terceras partes de los 86.000 millones de euros brutos que espera colocar en deuda a medio y largo plazo en 2012.
En el conjunto de 2012, el organismo tiene que afrontar vencimientos por valor de 130.344 millones de euros, una cantidad un 8,6% superior a la de 2011, cuando la cifra rondó los 120.000 millones.
LA BANCA, COMPRAS POR MÁS DE 100.000 MILLONES
Así, la banca española ha contribuido a compensar esta marcha de fondos extranjeros elevando su peso en la compra de deuda pública. A marzo, las entidades españolas elevaron su exposición hasta la cifra récord de los 170.611 millones de euros, el 29,16% del total, frente al 16,93% que representaba a cierre de diciembre.
En concreto, el peso de la cartera de deuda del Estado de la banca española acumula seis meses consecutivos de subidas, especialmente desde el pasado mes de noviembre, con la compra de más de 100.000 millones de euros.
A ello ha contribuido en gran parte el efecto balsámico de la barra libre de liquidez celebrada por el Banco Central Europeo (BCE), que concedió un billón de euros de crédito a un 1% de interés que ha contribuido a que la banca española haya invertido en bonos.
CAE EL CONSUMO El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que la economía española ha vuelto a entrar en recesión, tras caer el 0,3 % en el primer trimestre y sumar dos trimestres consecutivos de contracción, lo que se explica en el deterioro de la inversión y del consumo público y privado.
A la espera de que publique el dato definitivo el próximo 17 de mayo, el INE ha avanzado hoy que el PIB cayó un 0,3 % trimestral y un 0,4 % interanual, lo que en ambos casos supone una décima menos de las estimaciones adelantadas la semana pasada por el Banco de España (BE).
En lo que sí coinciden el INE y el BE es en el diagnóstico, puesto que ambas instituciones achacan la negativa evolución de la economía a la debilidad de la demanda nacional (consumo e inversión), frente a la fortaleza del sector exterior (exportaciones e importaciones).
No obstante, el BE detalla en su análisis que las ventas al exterior están creciendo la mitad de lo que crecían a finales de 2011, debido a la desaceleración de los mercados mundiales y a pesar de la ganancia de competitividad en precio de los productos españoles.
El BE señala que la evolución de la economía en los próximos trimestres es incierta y está sujeta al riesgo que pueden conllevar nuevos episodios de la crisis de deuda soberana en los mercados por la falta de confianza en la capacidad de España para cumplir con sus objetivos de déficit.
Otros analistas como los de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) suman a esa incertidumbre los efectos restrictivos que sobre la economía tienen las políticas de ajuste del Gobierno, que van a mantener en caída todos los indicadores relativos al consumo y a la inversión.
Así las cosas, los analistas de Funcas esperan que la recesión se agudice el próximo trimestre y no creen que se puedan volver a registrar tasas de crecimiento trimestrales hasta dentro de un año.
El Gobierno confía en que la economía comience a estabilizarse desde el último trimestre de este año y para 2013 calcula que el PIB avanzará dos décimas, lo que será insuficiente para generar empleo neto, algo que no prevé que ocurra hasta el año 2014.
Para 2012, el Ejecutivo prevé que la economía caerá el 1,7 %, en línea con las estimaciones de organismos y analistas nacionales e internacionales, y confía en que la tasa de desempleo toque techo en el 24,3 %, si bien algunos expertos creen que se podría llegar al 25 %.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha insistido hoy en que el Gobierno está tomando decisiones para modificar el rumbo de la economía y ha recalcado que las reformas estructurales son las que sentarán las bases de la recuperación y el cambio del modelo del "ladrillo" al del conocimiento.
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, también ha incidido en el programa reformador como clave para volver al crecimiento y ha explicado que el Consejo de Ministros del próximo viernes aprobará nuevas medidas que avanzarán en la liberalización de los servicios.
Para los principales sindicatos, CCOO y UGT, las políticas para ajustar los gastos y la reforma laboral son las principales causas de la vuelta a la recesión y de la continua destrucción de empleo.