Banco Santander registró un beneficio atribuido de 1.604 millones de euros durante el primer trimestre, lo que supone un descenso del 24% respecto al mismo periodo de 2011, tras destinar 3.127 millones a provisiones para insolvencias, un 51% más que el año pasado. Dichas dotaciones se han realizado con cargo al beneficio ordinario, ya que en el trimestre no se han producido plusvalías extraordinarias, al tiempo que han permitido mejorar en un punto la cobertura de morosidad, hasta el 62%. El grupo ha batido su récord trimestral de generación de beneficio antes de provisiones, con 6.280 millones.