Madrid. Mientras en el seno de la Unión Europea empieza a cambiar el discurso económico para distanciarse de la ortodoxia alemana en defensa de la austeridad como fórmula única para luchar contra la crisis, Rajoy se ratifica en el lado de la balanza que marca la canciller Ángela Merkel. El mismo día que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y los primeros ministros de Italia, Mario Monti, y Bélgica, Elio Di Rupo, se sumaban, aunque con matices, a las manifestaciones de escepticismo ante los ajustes puros y en defensa de las políticas de crecimiento hechas por el presidente del BCE, Mario Draghi, y la presidenta del FMI, Cristine Lagarde, el presidente español insistía en defender el déficit cero por encima de todo: "Es el compromiso que España adquirió al entrar en la zona euro".
Pese a que este posicionamiento, combinado con los aires de cambio que azotan Francia (con Hollande a las puertas del Elíseo), amenaza con aislar a España como único baluarte de defensa de la doctrina Merkel, Rajoy insiste: "Esta no es la política de la presidenta de un país (en relación a la canciller alemana); es la política de la UE, la política del euro, la política de un proyecto en el que todos estamos porque así lo hemos querido voluntariamente". El presidente del Gobierno volvió a defender sin fisuras la necesidad de las políticas de austeridad y de las reformas para crecer e instó a las comunidades autónomas, a quien señala como causantes del déficit, a hacer "política con mayúsculas porque el momento es difícil". Miraba en concreto a Cataluña y, aunque rechazó entrar en "líos", se ha mostrado "absolutamente convencido de que todas las comunidades autónomas van a colaborar para rebajar el déficit".
Propuesta Y mientras Rajoy suscribía este discurso en defensa de los recortes, Herman Van Rompuy reconoció, en una conferencia sobre la salida de la crisis en Bruselas, aseguraba que "Europa necesita un crecimiento económico estructurado" y se mostraba abierto a considerar "un giro en las políticas europeas". Al respecto anunciaba que estudia convocar una cumbre para finales de junio centrada no en políticas de austeridad, sino el planteamientos de inversión y crecimiento: "No descarto convocar a los líderes europeos a una reunión informal para un intercambio abierto de ideas en una fecha más temprana y preparar mejor las medidas del Consejo Europeo de junio -previsto para los días 28 y 29 de ese mes-", señaló Van Rompuy en el foro, en el que también participaban Monti y Di Rupo.
Monti, por su parte, alertó de que todas las medidas de ajuste que se están tomando en la UE no traerán crecimiento por sí solas, por lo que reclamó que se ponga en marcha una verdadera política para fomentar la actividad económica. "Ahora Europa necesita políticas para aumentar su potencial de crecimiento y evitar políticas que sólo dan la sensación de contribuir al crecimiento", sostuvo.
Monti explicó que no se trata de cuestionar el pacto fiscal sino de "abrir la mente, no como manera de eludir la disciplina presupuestaria sino de hacerla realmente sostenible a medio plazo".