madrid. El Estado registró hasta marzo un déficit de 19.696 millones de euros en términos de contabilidad nacional, equivalente al 1,85% del PIB, lo que supone un incremento del 73,2% respecto al registrado en el mismo periodo de 2011.

El Ejecutivo ha asumido el objetivo impuesto por Bruselas de rebajar el déficit del 8,5% con el que se cerró 2011, cifra que supera en más de dos puntos porcentuales la meta comprometida por el anterior Gobierno, al 5,3%. A esta cifra se llegó tras un primer intento de Rajoy de acabar 2012 en el 5,8%.

La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, aseguró ayer que ese incremento se explica en buena medida por el adelanto de transferencias a las comunidades autónomas y a la Seguridad Social, así como por el adelanto de las devoluciones.

Sin tener en cuenta estas circunstancias y haciendo una comparación en términos homogéneos, el déficit del Estado fue en el primer trimestre un 11% inferior al registrado en igual periodo del año anterior y equivaldría al 0,83% del PIB, según la secretaria de Estado.

El déficit acumulado en el primer trimestre es el resultante de unos gastos no financieros en términos de contabilidad nacional de 43.162 millones de euros, frente a unos ingresos no financieros que ascendieron a 23.466 millones.

Según Fernández Currás, estos datos se corresponden con lo presupuestado por el Gobierno y están en la línea de consolidación fiscal comprometida con Bruselas.

En términos de caja (considerando los ingresos y pagos efectivamente realizados), el Estado tuvo un déficit de 12.820 millones frente al saldo negativo de 9.161 millones de marzo de 2011, lo que supone un aumento del 39,9% que Hacienda subraya que no debe considerarse indicativo de la evolución que pueden seguir las cuentas públicas a lo largo del ejercicio.

Los tres primeros meses del año no son significativos, ya que los gastos están condicionados por un aumento de devoluciones y por el adelanto de transferencias corrientes por un importe global de 7.684 millones a las comunidades autónomas y a la Seguridad Social.

La recaudación por impuestos directos fue de 20.044 millones, un 3,7% menos que la cifra de 2011, mientras que la correspondiente a los impuestos indirectos fue de 19.486 millones, un 7,4% menos.

El IRPF alcanzó unos ingresos de 19.644 millones, inferiores en un 0,1% a los del mismo periodo de 2011, con lo que se ralentiza la caída de lo recaudado con el impuesto de la renta gracias a que las retenciones del trabajo aumentaron el 6,8% en marzo.

El impuesto de sociedades tuvo un saldo negativo de 313 millones, debido a que la recaudación fue menor a las devoluciones. El IVA generó 14.318 millones, el 9,1% menos, como consecuencia también del mayor ritmo de reembolsos.

Los impuestos especiales recaudaron 4.425 millones, un 2,2% menos, principalmente por el descenso del 5,5% en la recaudación del impuesto sobre hidrocarburos -como consecuencia del menor consumo de carburantes- y por la caída del 5,4% de la recaudación del impuesto sobre el alcohol, si bien la procedente del tabaco aumentó el 1,6%.

sin margen de desviación Por otra parte, el miembro de Comité Ejecutivo del BCE, José Manuel González-Páramo, alertó que los Presupestos, aunque son "coherentes" con el objetivo de déficit acordado, no tienen margen de desviación en sentido desfavorable. "Parece que no hay un margen para tener desviaciones en sentido negativo y siempre es muy importante tener ese margen", dijo González-Páramo, quien puso como ejemplo "la previsión de ingresos públicos, que depende de una determinada senda de crecimiento que no siempre debe cumplirse". Pese a esta advertencia y tras señalar que los PGE han llegado más tarde de lo que hubiera deseado el mercado, González-Páramo se mostró "absolutamente convencido" de que España cumplirá con el objetivo de déficit marcado para este año.