Donostia. El patrocinio de la Vuelta al País Vasco ha sido todo un pelotazo desde el punto de vista de imagen y marketing de la entidad ¿Cómo surgió?
Ha sido una combinación de oportunidades y de actitud. No es habitual en el Banco Sabadell hacer este tipo de patrocinios. Por un lado, se nos acercaron instituciones y personas en Gipuzkoa, diciéndonos que la prueba se perdía e iba a desaparecer, por lo que vimos una oportunidad para demostrar a la sociedad vasca que nuestra apuesta por el territorio es profunda, cierta y sostenible. Esa imagen de vertebración del país que tiene la Vuelta es la que coincide con la filosofía que quiere transmitir SabadellGuipuzcoano.
¿Pero han firmado por dos años?
Lo hemos hecho por dos años, no sólo para salvar la Vuelta, sino para que la prueba tenga el tiempo suficiente para reconstruir sus patrocinios. El hecho de que se hubiera planteado el asunto como algo dramático ha hecho que nuestro patrocinio haya tenido un gran eco en la sociedad vasca. No ha habido más interés por nuestra parte del que no se perdiera la celebración de esta prueba popular que del retorno que nos pudiera significar su patrocinio. Algo parecido nos pasó con el torneo de tenis Conde de Godó en Barcelona. La entrada de Banco Sabadell como patrocinador impidió que desapareciera, como así ha sido. En el caso de la Vuelta al País Vasco hemos actuado de la misma manera.
¿Cómo ve la salida de la crisis en Euskadi?
La salida de la crisis va a ser lenta, pero Euskadi tiene unas bases más sólidas para ello, porque tiene una estructura industrial que se apoya, sobre todo, en la recuperación internacional y que está siendo más lenta que la originalmente prevista. Las empresas vascas se van a favorecer de esa recuperación a través de las exportaciones. Una parte significativa de la crisis es su lentitud en recuperarse, por causa de la burbuja inmobiliaria y, en este caso, en el País Vasco ha tenido un peso menor. La capacidad tecnológica y el trabajo de la sociedad vasca en general siempre ha sido una referencia. Y el turismo, que aunque no tiene un peso importante, sin embargo presenta unas expectativas buenas y crecientes. Toda esta combinación hace que yo sea razonablemente optimista, aunque nos queda un 2012 más difícil de lo que creíamos.
¿Usted cree que, como dicen algunos, Euskadi puede salir de la crisis en el año 2014?
Creo que habrá signos claros de mejoría y recuperación en el 2013, y el 2014 puede ser un año de cierta estabilidad en positivo.
También plantean un diferencial de cuatro años con respecto a la evolución de la economía española...
Cuatro años me parece mucho. Creo que el gap será algo menos porque la interrelación entre las dos economías es muy intensa. El grado de interconexión hace que el diferencial sea más corto que esos cuatro años que algunos pronostican. La demanda interna puede recuperarse algo y en el año 2013 puede haber una recuperación, pero me parece demasiado cuatro años de diferencia entre una economía y otra.