Vitoria. 24 horas después del fallecimiento del trabajador que sufrió un infarto en una de las plantas de Tubacex en Amurrio, la compañía alavesa emitió ayer un comunicado en el que consideró "imprudente" relacionar con el amianto la muerte de dicho trabajador e indicó que el fallecimiento se produjo por "causas naturales" debido a una "parada cardiorrespiratoria". "Es imprudente relacionar este fallecimiento con otras causas como el amianto, como desgraciadamente se ha hecho en este caso", lamentó la multinacional, que en la misma nota aseguró que el asbesto "no está presente en la actividad de ninguna empresa del Grupo".

Hasta donde se sabe, reiteró Tubacex, y a la espera de las pruebas que sean practicadas, "la muerte del trabajador se produjo por causas naturales, como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria". A su juicio, "el trabajador no reaccionó a las labores de reanimación practicadas por el servicio médico, que dispone de un desfibrilador por cada planta de la empresa, y que está dotado con un médico y cinco ATS, cuando la ley sólo le exige un médico y un ATS", detalló la empresa. La política de Tubacex "es velar por la salud de sus empleados", añadió, y la prevención de riesgos laborales constituye "un objetivo estratégico de primer nivel para la compañía", respondió ayer ante las acusaciones vertidas el miércoles por algunas centrales sindicales como LAB, que advirtió que las medidas de prevención de la firma alavesa "dejan mucho que desear". La dirección de Tubacex expresó ayer que "lamenta profundamente" la muerte de este trabajador de Acería de Álava, "muy querido en la empresa", con más de treinta años de trayectoria y con otros familiares trabajando también en la misma compañía.