Madrid. La dirección de Spanair informó ayer a los trabajadores que presentará en los próximos días un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción para el conjunto de la plantilla, que afectará a un total de 2.075 trabajadores. Los responsables de la aerolínea dieron ayer a conocer a los trabajadores sus planes sobre la gestión del cierre de la compañía durante una reunión multitudinaria en las oficinas de su sede en Barcelona. Unos 300 trabajadores acudieron a la convocatoria de la empresa para explicarles directamente la situación que atraviesa que le llevó a suspender sus operaciones el pasado viernes y a presentar ayer concurso de acreedores con un pasivo que asciende exactamente a 474 millones de euros, 260 de los cuales corresponden a los accionistas, mientras que 214 son acreedores a terceros.
Los trabajadores afectados por el ERE son, en concreto, 932 auxiliares de vuelo, 395 pilotos, 325 personas adscritas a servicios generales, 192 que se dedican al mantenimiento de aeronaves, 196 que trabajan en oficinas de ventas y 35 de almacenes.
El cese de actividad de Spanair dejará también sin trabajo, probablemente, a los alrededor de 2.000 empleados de la compañía Newco, que realiza tareas de handling (asistencia en tierra a aeronaves) y que depende en gran parte de la aerolínea catalana, ya que el 80% de la actividad la contrata con ella.
La prioridad, cobrar Poco antes de la reunión multitudinaria celebrada en Barcelona, el presidente de Spanair, Ferran Soriano, se reunió con los delegados sindicales a los que expuso también las razones del cierre. Tras esta cita, el presidente del comité de empresa en Barcelona, Jordi Mauri, de la USOC, la organización sindical mayoritaria en Spanair, aseguró que la prioridad para el colectivo de trabajadores ahora es negociar cómo cobrar lo que la empresa debe de las nóminas de enero y cuándo percibirán las indemnizaciones por despido. "Nos tememos que estaremos en las manos de Fogasa, que es el peor de los escenarios", aseguró.
Ante esta información, los trabajadores de la aerolínea se reunieron en asambleas en diferentes aeropuertos del Estado para preparar una acción común de protesta. Los primeros fueron los de Bilbao, que han decidido encerrarse en Loiu.