madrid. Los peores augurios sobre la utilidad real de los recortes del Gobierno como motor de crecimiento para España se confirman. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una caída del Producto Interior Bruto (PIB) para 2012 del 1,7%, y que la recesión continúe en 2013 con el 0,3% de caída. Pero es que además el organismo que preside Christine Lagarde pronostica que el déficit fiscal para este año será del 6,8%, es decir, 2,4 puntos por encima del compromiso adquirido por el Gobierno con Bruselas de fijar el déficit en el 4,4%. No son mucho mejores las previsiones para 2013, año en el que el FMI prevé un saldo negativo de las cuentas del conjunto de las administraciones públicas españolas del 6,3% (cuando debía rondas el 3%)
Los datos facilitados ayer por el organismo regido por Lagarde confirman e incluso empeoran las ya de por sí malas previsiones del Banco de España (BE) que el lunes hablaba de una recesión para este año del 1,5% con un nivel de paro superior al 23,4%. Pero mientras el BE preveía que en 2013 la economía española crecería un 0,2%, el FMI es más pesimista y habla de una recesión del 0,3%.
comparación Los datos facilitados ayer por el Fondo, enmarcados en un contexto de crecimiento negativo en la zona euro de 0,5 %, rebajan en 2,8 puntos el crecimiento positivo que este mismo organismo, hace tan solo cuatro meses (septiembre), previó para España en 2012, mientras de cara a 2013, esa rebaja se sitúa en 2,1 puntos (los datos de septiembre preveían un crecimiento del 1,1% en 2012 y de un 1,8% en 2013). En cuanto al déficit fiscal, las subidas comparadas con los datos de septiembre suponen 1,7 puntos y 1,9 puntos más de déficit para 2012 y 2013.
A pesar del empeoramiento de las previsiones económicas, el FMI destaca el "ajuste sustancial" del déficit fiscal español y el nuevo paquete de medidas para alcanzar la meta fijada, equivalentes al 1,1 % del PIB, entre las que se incluyen el recorte del gasto y la subida de impuestos.
La institución internacional subrayó que en el caso de España hay que distinguir entre dos factores que impulsan el déficit, como son el incumplimiento de dos puntos porcentuales del objetivo de 2011 (que reconoce en alrededor del 8%), así como la desaceleración del crecimiento, que ejerce presión sobre el déficit a través de los estabilizadores automáticos. "Nosotros creemos que hay cabida para poder dar lugar al aumento del déficit procedente de un crecimiento más lento, pero no para aquel que viene del incumplimiento anterior; habría que instrumentar medidas para compensar el deterioro que sale de 2011, pero tolerar cierto cambio en el objetivo para 2012 como resultado de ese crecimiento más lento", apuntó Carlo Cottarelli, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI. "Hay cabida para aumentar el objetivo de déficit para 2012 involucrando ajustes estructurales", aseveró, una cuestión que España debe "debatida con sus socios europeos". En otras palabras, el FMI podría aceptar una revisión al alza de los compromisos de España siempre que haya recortes adicionales.