washington. El Fondo Monetario Internacional calcula que tendrá que movilizar un billón de dólares (787.000 millones de euros) más de lo que ha desembolsado hasta la fecha en los próximos años para superar la crisis. Ante estas ingentes necesidades (de crédito, por las que los Estados financiadores reciben intereses), el organismo de momento ha propuesto a los países emergentes y a sus miembros europeos de fuera del euro ampliar sus recursos en unos 300.000 millones de dólares. El dinero serviría a mejorar su capacidad de préstamo, según ha reconocido la institución presidida por Christine Lagarde. Frente a la incógnita de si logrará convencer a estos países para incrementar sus aportaciones, el FMI tiene asegurados los cerca de 200.000 millones que ya han comprometido los Estados de la eurozona en diciembre.
Con estos millones, el FMI reforzará su capaidad para ayudar a los Estados que puedan sufrir problemas por un eventual recrudecimiento de la crisis del euro. En este sentido, frente a los países rescatados hasta la fecha, las eventuales próximas víctimas de las turbulencias serían grandes economías como Italia o, en menor medida, España.
"A partir de nuestras estimaciones de que las necesidades financieras potenciales mundiales ascienden a un billón de dólares en los próximos años, el FMI quiere incrementar en 500.000 millones de dólares (393.700 millones de euros) adicionales sus recursos de préstamo. Este total incluye el reciente compromiso europeo de aumentar su aportación en unos 200.000 millones de dólares. En este estadio preliminar, estamos explorando las opciones sobre financiación y no haremos ningún otro comentario hasta que las necesarias consultas con los miembros del Fondo se hayan completado", explica el FMI.
La institución con sede en Washington, está presionando a China, Brasil, Rusia, India, Japón y a los países exportadores de petróleo para que realicen mayores contribuciones al FMI. El objetivo es lograr un acuerdo antes de la cumbre del G-20 de finales de febrero, los días 25 y 26, que se va a celebrar en México.
La propia Lagarde afirmó ayer tras una reunión del directorio ejecutivo del organismo que están evaluando las opciones de aumentar "sus recursos para cumplir con su mandato y jugar un papel completo y constructivo como garante de la estabilidad global". En un comunicado al término del encuentro, la exministra francesa añadió que "el mayor desafío" es dar una respuesta adecuada a la situación y añadió que muchos miembros del FMI "realzaron la necesidad y urgencia de hacer esfuerzos colectivos para contener la crisis de deuda de la zona euro y proteger a las economías mundial de posibles contagios".