ROMA. De acuerdo con el rotativo, el excomisario europeo Monti, llamado el pasado 12 de noviembre a sustituir al dimisionario Silvio Berlusconi, habló con la directora del FMI, Christine Lagarde, de la posibilidad de recibir ayudas.
Estas ayudas darían entre 12 y 18 meses a Monti para que su Ejecutivo de tecnócratas consiga poner en marcha las reformas anunciadas para aliviar la deuda y sobre todo fomentar el crecimiento.
A pesar de la llegada de Monti al Gobierno, los mercados siguen sin dar tregua a Italia y la prima de riesgo, que mide el diferencial entre los bonos italianos a diez años y los alemanes al mismo plazo, no baja de los 500 puntos básicos.
Asimismo, el rendimiento de los bonos decenales italianos se paga por encima del 7 %, por lo que el FMI podría con sus ayudas dar un respiro al país.
Según "La Stampa", si Largarde y Monti se ponen de acuerdo en el programa de ayudas a Italia, un equipo del FMI negociará los detalles con el Gobierno italiano, como las condiciones y la cantidad del préstamo, antes de someter su aprobación al Consejo del organismo internacional.
Mientras tanto, Monti presentará sus primeras medidas económicas contra la crisis en un Consejo de Ministros que se celebrará el próximo 5 de diciembre.
Sin embargo, aún no se sabe qué medidas concretas implantará el nuevo Ejecutivo y solo se conocen los rumores que publican los medios de comunicación, como que se establecerá un nuevo impuesto sobre el patrimonio inmobiliario o que se prepara un nuevo plan de ajuste por un valor de 15.000 millones de euros.