vitoria. La inesperada convocatoria de un referéndum sobre el plan de rescate europeo por parte del primer ministro griego, Yorgos Papandreu, ha encendido todas las alarmas de Alemania y Francia, países que han asumido el liderazgo en la salvación de la Eurozona. Y además ha generado irritación y sorpresa entre los socios europeos de la UE.

Pese a ello ayer salieron en defensa del plan de ajuste pactado para Grecia. Así el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, mostraron en un comunicado su "decisión" para hacer cumplir el segundo plan de rescate de 130.000 millones de euros acordado entre Grecia, la UE y el FMI, ayuda que supondrá nuevos recortes y privatizaciones para el país heleno. Francia y Alemania "se comprometen a garantizar a sus socios europeos la plena aplicación, sin demora, de las decisiones adoptadas por la Cumbre del Eurogrupo". Para ello quieren pactar "rápidamente" con el resto de socios una hoja de ruta que permita aplicar los ajustes fiscales de Grecia.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, destacó que el plan de rescate propuesto por la eurozona para Grecia es "la única vía posible para resolver" el problema de la deuda helena aunque reconoció que "darle voz a la gente siempre es legítimo". Rainer Bruederle, líder parlamentario del FDP, partido que sustenta al Gobierno Merkel, aseguró que se siente "irritado" por el referéndum convocado por Papandreu pues cree que el Gobierno griego intenta renegociar el acuerdo ya pactado.