MADRID. Los cinco grandes bancos españoles confirman así la afirmación de esta madrugada del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien confió en que estas entidades lograrán los nuevos mínimos de capital sin ayudas públicas.
Al mismo tiempo, reafirman la idea expresada hoy por el Banco de España de que los nuevos requerimientos de solvencia se podrán "alcanzar razonablemente".
Y ello, a pesar de que el sistema financiero español es, después de Grecia, el que requiere captar más fondos según unas exigencias que la Asociación Española de Banca cree que son "arbitrariamente altas y apartadas de las normas establecidas".
La patronal bancaria española critica también que se genere incertidumbre, al tiempo que se resta credibilidad a los distintos ejercicios de resistencia llevados a cabo.
El déficit de capital de las entidades españoles es casi una cuarta parte de los 106.447 millones que requieren los principales bancos del sistema financiero europeo en su conjunto.
Además, se ve engordado por el deterioro de 6.290 millones que supone para las entidades españolas poner en valor sus préstamos al sector público y la deuda soberana.
Una depreciación que la patronal bancaria española lamenta porque pone en duda la calidad de activo libre de riesgo de la deuda de países del euro solventes, con lo que "mina la confianza en los mismos y debilita la estabilidad financiera" tanto en el ámbito nacional como de la zona del euro en su conjunto.
Según las estimaciones "preliminares" remitidas por el Banco de España a las entidades, el Santander tiene que reforzar su capital en 14.971 millones; BBVA en 7.087 millones; el Banco Popular en 2.362 millones; BFA-Bankia en 1.140 millones y La Caixa, en 602 millones.
Sin embargo, esas cifras podrían ser menores, tal y como explica el Banco Santander, que rebaja sensiblemente sus necesidades hasta 5.224 millones al incluir sus bonos convertibles en acciones.
El banco que preside Emilio Botín recordó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que cuenta con 8.497 millones en bonos convertibles en acciones, que finalmente computan como capital de máxima calidad.
Así, para empezar, el banco rebaja su déficit desde los 14.971 millones a 6.474 millones de euros, que se quedarían en 5.224 millones gracias al propio capital generado por el Santander en el último trimestre.
El resto de las entidades no ha afinado aún sus cifras, pero igualmente aseguran que pueden cumplir las nuevas exigencias por sí solas, ya sea a través de la reducción de activos de riesgo, la propia generación orgánica de capital o cualquier otra fórmula que les permita aumentar sus fondos de máxima calidad.
El Banco Santander y el BBVA han anunciado también a sus accionistas que mantendrán su política de dividendo y han prometido cumplir con holgura los nuevos requerimientos, que exigen una proporción de al menos el 9 % entre el capital de calidad y los activos de riesgo.
El Banco Popular, por su parte, asegura que los nuevos requerimientos de la ABE no varían sus planes para hacerse con el Banco Pastor.
Por lo que respecta a la evolución en Bolsa, a las 12.30 horas BBVA se revalorizaba el 6,05 %; Caixabank, el 5,67 %; Santander, el 4,54 %; el Popular, el 2,03 % y Bankia, un 0,28 %.
Otras entidades financieras que cotizan, aunque por su tamaño no están afectadas por los requerimientos de la ABE, también experimentaban importantes avances que contribuían a que el IBEX ganara un 3,13 %.
Las entidades españolas figuran entre las más perjudicadas por la fórmula de la ABE para calcular el nuevo mínimo de solvencia exigido, ya que penaliza a la deuda pública de España e ignora las provisiones genéricas de su banca.