vitoria. A río revuelto, ya se sabe, ganancia de pescadores, lo que traducido al ecosistema político es también siempre sinónimo de éxito. Sea cual sea el color del partido; sea cual sea la circunstancia que lo rodea. En una semana especialmente tensa por mor de propuestas como la reactivación del impuesto sobre el patrimonio, el incremento de las tasas para las rentas más altas o el pago al que deberán hacer frente las empresas vascas implicadas en las denominadas vacaciones fiscales de los años 90 -Bizkaia ya advirtió sorprendentemente este fin de semana que exigirá la devolución total a 26 compañías de su territorio cuando hasta ahora había defendido lo contrario-, la Diputación alavesa ha sabido capear este temporal sin tan siquiera salpicarse. Sin ir más lejos, su diputado general, Javier de Andrés se felicitó ayer por el sí de Gipuzkoa a la recuperación del impuesto de patrimonio y la revisión parcial del IRPF "porque eso nos convertirá en una provincia más atractiva para trabajar y para desarrollarse profesional y empresarialmente". Respecto a la decisión de Bizkaia de recuperar íntegramente las ayudas fiscales, consideradas ilegales por la UE, De Andrés señaló que habrá que analizar si con este anuncio es posible mantener la colaboración judicial dado que es una decisión que tal vez dificulte esa cooperación. Aunque la complejidad del proceso pueda dar lugar a discrepancias, el diputado general afirmó que tiene la convicción de que Álava ha tomado una serie de decisiones que entiende que son "las justas". Tampoco el Gobierno Vasco, en este caso a través de su portavoz, Idoia Mendia, desaprovechó la ocasión para criticar la actitud foral de Bizkaia en este asunto: "A ver si se aclaran y dicen la verdad en torno a todo este asunto", espetó la portavoz, que tras la "sorpresa" manifestada también por Confebask con este episodio, insisitó a Bizkaia a que ponga fin a esta "ceremonia de la confusión" y diga exactamente "qué es lo que ha ocurrido para que se asuman las responsabiidades".
