madrid. El nuevo Impuesto sobre el Patrimonio se cobrará a unos 160.000 contribuyentes con patrimonios mayores a 700.000 euros (vivienda habitual exenta), tendrá una vigencia de dos años (2011 y 2012) y recaudará en torno a los 1.080 millones por ejercicio. Así lo adelantó ayer en rueda de prensa la titular del Ministerio de Economía, Elena Salgado, quien además confirmó que la nueva tasa la aprobará hoy el Consejo de Ministros. El nuevo mínimo supone multiplicar casi por siete el límite anterior que implicaba que todos los contribuyentes con bienes o activos que superaran los 108.000 euros tenían que pagar por ello.
Pero el Gobierno dará una de cal y otra de arena. Reinstaura el Impuesto sobre el Patrimonio, sí, pero también aumentará el mínimo exento para vivienda habitual desde los 150.000 euros de 2008 a los 300.000. Es decir, quienes sumen los dos conceptos tributarán por una cifra superior al millón de euros, como destacó Salgado para asegurar que a quien se carga es a "las grandes fortunas", pero quien por ejemplo declare un patrimonio de 699.000 euros y una residencia habitual de 299.000, no pagará ni un céntimo de más.
En cuanto al límite temporal, Salgado lo justificó diciendo que en los próximos dos años será cuando España tendrá que "seguir haciendo esfuerzos para cumplir con la reducción del déficit que exige Bruselas". Respecto al futuro, la vicepresidenta económica se limitó a decir que deberá ser el Gobierno que surja del 20-N el que decida.
para las CCAA La ministra justificó la recuperación de esta tasa argumentando que la recaudación irá íntegramente a las Comunidades Autónomas y les servirá para cumplir sus compromisos de recortar el déficit. Salgado explicó que el impuesto tiene la misma "estructura, y los mismo tipos" que en el año 2007, lo que implica también que otorgue las mismas facultades a las comunidades autónomas, que serán las que finalmente fijen el tipo de gravamen.