Vitoria. Kutxa Bank verá la luz a primeros del próximo año. El banco con el que operarán las tres cajas vascas de forma indirecta tras su fusión en forma de SIP, superará todos los obstáculos y las tres asambleas corroborarán el acuerdo adoptado por los tres presidentes de BBK, Kutxa y Vital (Mario Fernández, Xavier Iturbe y Carlos Zapatero) y corroborado después por los respectivos consejos de administración. El acuerdo con los principales partidos políticos ha posibilitado que esta vez sí, tras los fracasos de 2005 y 2008, la fusión vaya a culminar favorablemente.

Los tres presidentes de las cajas vascas han hecho el 'trabajo de cocina' necesario para convencer a las diferentes sensibilidades políticas del país, cuyos votos aseguran la mayoría necesaria en cada caja. El trabajo ha sido explicar las condiciones actuales del sector y las exigencias de los reguladores, que han propiciado que esta opción de fusión haya sido vista como un tren del que cabía la posibilidad de descolgarse. Bildu fue ayer la formación política (en su caso coalición) que señaló públicamente que apoyará la fusión tras concienciarse de que el fin de este acuerdo no es el fin de las cajas y que tanto la titularidad de las mismas como la obra social están garantizadas. PNV y PSE se habían mostrado favorables desde un principio. El 1 de julio, un día después de los acuerdos adoptados en los tres consejos de administración, el presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, mostró su "satisfacción" y el "respaldo absoluto" de su formación al proceso de fusión de las tres cajas vascas haciendo un llamamiento a la "gran oportunidad histórica que tenemos". En el PP, sus dirigentes decidieron jugar al despiste nada más conocerse el acuerdo aunque estaba claro que el sí saldría de sus labios teniendo en cuenta sus declaraciones previas exigiendo la permanencia de la marca de Vital.

En Bildu y el entorno de sus formaciones, las manifestaciones han sido contradictorias durante las últimas semanas, en unos casos criticando una bancarización y en otros abriendo la puerta al acuerdo finalmente alcanzado. Tras reunirse con los presidentes de las cajas, el sí ha quedado garantizado y en la Kutxa parecen garantizados 70 votos, tres más de los necesarios. Hasta tal punto ha sido vital la participación de los presidentes que en uno de los últimos encuentros con Xavier Iturbe los representantes de la coalición solicitaron la presencia de Mario Fernández (BBK) para formalizar los acuerdos, ampliándolo así a las tres asambleas. Tras el sí de esta formación, en Gipuzkoa también se aprobará el SIP, por lo que el acuerdo será a tres y nacerá la quinta mayor caja del Estado por tamaño. Desde que el 24 de marzo se anunciara el acuerdo de los tres presidentes, la fusión ha tomado forma lentamente.

¿Y ahora qué? Los consejos de administración de las tres cajas aprobarán antes del viernes el nuevo texto redactado en el que no se cambiarán los aspectos claves de la nueva entidad. Kutxa Bank será el banco con el que operen las tres cajas tras el SIP. En él volcarán sus negocios pero las tres entidades mantendrán su personalidad jurídica y su identidad territorial. Es decir, en Bizkaia los clientes acudirán a sus sucursales de BBK, en Gipuzkoa a las de Kutxa y en Álava a las de Vital. Éstas ejercerán la actividad financiera de manera indirecta a través del banco, a la vez que mantendrán su gestión de la Obra Social. El viernes las asambleas de BBK y Vital darán a luz el proyecto, con los apoyos de las cuatro fuerzas políticas, a la espera de lo que hagan ahora los sindicatos, que hasta la fecha, no han logrado un acuerdo en materia laboral con las cajas, aunque las posturas podrían acercarse ahora. El día 23, justo una semana después, la asamblea de Kutxa dará su sí.