Madrid. El Tribunal Constitucional alemán avaló ayer el programa para el mecanismo de rescate del euro y las ayudas para los países de la eurozona en apuros financieros, aunque en el futuro éstas deberán someterse a un mayor control parlamentario. Y la noticia llegó como un soplo de aire a los mercados bursátiles. El Ibex 35, tras encadenar dos jornadas negras en las que se dejó un 6,3% y perdió la barrera psicológica de los 8.000 puntos, respiraba ayer y ganaba un 2,77% (subiendo a los 8.156,6 puntos) arrastrado también por el buen comienzo de Wall Street. Pero la española no fue la única bolsa que se recuperó: Fráncfort subía un 4%, París un 3%y Londres un 2,6 %.
Y todo porque Alemania se compromete a tirar del euro. Merkel se ha comprometido a ello y el TC germano la avala. El máximo tribunal alemán rechazó ayer las demandas contra el primero de los planes de rescate a Grecia, aprobado en mayo de 2010, presentadas por cinco profesores universitarios y el diputado socialcristiano bávaro Peter Gauweiler. Sin embargo, los jueces del Constitucional exigieron que todos los planes de rescate y ayudas futuras sean aprobados sin excepción por la comisión Presupuestaria del Bundestag.
El Tribunal subrayó que no puede producirse un automatismo en los pagos que "socave los derechos de los diputados" y reclamó que los paquetes de ayudas sean claramente definidos para que los parlamentarios tengan posibilidades de controlarlos e incluso de rechazarlos. Los jueces del Tribunal con sede en Karlsruhe, al suroeste del país, consideraron que el primer plan de rescate del euro cumplió todos los criterios constitucionales y que el Gobierno federal mantuvo su capacidad de decisión soberana en el seno de la Unión Europea.
En tres denuncias por separado, los demandantes sostenían que la participación alemana en el plan de rescate y las ayudas a Grecia lesionaban la potestad que, según la Constitución, tiene el parlamento sobre el presupuesto nacional. Los demandantes consideraban además que la ayuda a Grecia en particular y el plan del rescate del euro en general lesionan un principio del derecho europeo según el cual los estados de la UE no pueden asumir deudas de otros estados miembros.