Madrid. La Bolsa española vivió ayer otra jornada de números rojos, que llevó al Ibex 35 a perder los 8.000 puntos, arrastrada por la crisis de la deuda, las caídas de Wall Street y el temor a una nueva recesión global, la segunda en dos años. Al cierre del mercado continuo, y con el índice neoyorquino inmerso también en una tendencia bajista, el Ibex 35 cayó un 1,61% hasta los 7.936,40 puntos, nivel desconocido desde finales de marzo de 2009, en tanto que la Bolsa de Madrid se dejó un 1,63% hasta los 802,23 puntos. Las pérdidas acumuladas del Ibex este año crecen hasta el 19,50%, si bien en los últimos tres días se ha dejado un 9,7%.

En Europa, las principales plazas financieras vivieron una tónica similar, dado que Fráncfort se dejó un 1% y París un 1,13%. Se salvó Londres con un ascenso del 1,06%.

La reapertura del mercado de Wall Street tras la festividad del lunes no ayudó a tranquilizar a los inversores europeos, pues sufrió descensos en los primeros compases de la sesión del 2%. Wall Street, según los medios financieros, no había tenido un peor inicio de septiembre desde 1974. La primera economía del mundo tiene planeando sobre su cabeza la sombra de la desaceleración económica y el temor a una recesión, especialmente después del decepcionante dato de empleo que se dio a conocer el pasado viernes.

En Europa, el temor a la desaceleración y la propia crisis de confianza que viven los mercados de deuda son los factores que más pesaron en la sesión bajista de ayer, y que golpearon, de nuevo y sobre todo, al sector financiero. "El negocio en la banca se ha estancado. En la medida en que la economía no crece, las empresas dejan de pedir dinero y los bancos, además, endurecen las condiciones para concederlo. No nos debería sorprender su estancamiento", explicó Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

Precisamente ayer la firma de calificación de riesgos Standard & Poor's emitió un informe en el que reconocía el estancamiento de la banca europea y advertía de las pérdidas que sufriría el sector si la región entra en una nueva recesión. Los bancos más castigados en la sesión de ayer fueron Caixabank, con un 3,93%, Bankinter, con un 2,23%, Santander con un 2,01% y BBVA con un 1,67%. En Europa, los más golpeados fueron Societé General, que perdió un fuerte 6,5%, BNP Pribas, con un 5,2%, Unicrédito, un 4,4%, e ING con un 3,7%.

Banco Mundial Y esta nueva caída generalizada de las bolsas occidentales se dio pese a que el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, descartó ayer, contradiciendo a Christine Lagarde, directora del FMI, que las economías de Estados Unidos y Europa se encaminen hacia una segunda recesión. Eso sí, hizo distinciones: señaló que mientras Estados Unidos podría evitar la recesión, escapando de la misma con un ligero crecimiento, la Unión Europea se enfrenta a un momento "particularmente sensible", por lo que el futuro de la eurozona depende de que sus líderes tomen las "decisiones adecuadas". "Nos estamos moviendo en un periodo peligroso", dijo Zoellick. "Creo que Estados Unidos presentará un lento crecimiento. No creo que vaya a caer en una segunda recesión, pero estos asuntos son muy difíciles de predecir porque hay eventos que desatan la incertidumbre en Europa y que podrían producir un reflujo hacia Estados Unidos", resumió el mandatario del BM.

Los comentarios de Zoellick añadieron presión sobre la eurozona en un momento en que sus líderes intentan controlar la crisis derivada de la situación de la deuda que podría extenderse a Italia, cuyos bonos soberanos han caído por onceavo día consecutivo.