vitoria. Septiembre se presenta de la mano del inicio de un nuevo curso muy marcado por la crisis y por la caída de la recaudación para las instituciones vascas. A día de hoy será "difícil" cumplir las previsiones, advierten desde las haciendas forales, y será necesario buscar dentro de casa vías de ahorro para evitar que se desequilibre la balanza del presupuesto. La ecuación es aparentemente sencilla (a menos ingresos, menos gastos), pero lograrlo no será tan fácil si se tiene en cuenta que quien más quien menos ya diseñó en su momento unas cuentas de guerra, minimalistas en general y austeras en la medida de lo posible en lo concerniente al gasto social.
La diputada de Hacienda de Gipuzkoa, Helena Franco, anunció ayer la paralización de la construcción de las variantes de Irun y Zarautz y de varios bidegorris. También informó de la reducción en 44 millones de euros del dinero que reciben los municipios del fondo foral. Son medidas de choque para evitar que la caída de la recaudación frene en seco otras actuaciones más prioritarias.
Franco añadió a ese argumento una denuncia a la gestión del anterior ejecutivo, al que acusó de haber generado un "desajuste presupuestario" por haber gastado más de lo necesario y haber errado en la previsión de recaudación. Un extremo que fue negado por los responsables del anterior ejecutivo abriendo un cruce de reproches que anticipa una bronca política en ese territorio.
El episodio recuerda mucho al vivido poco después de la llegada de los socialistas a Ajuria Enea, cuando el consejero de Hacienda, Carlos Aguirre, aseguró que el PNV había dejado "la caja vacía" e inició una controvertida carrera de endeudamiento. No tardó en conocerse que el saldo de tesorería heredado por el Ejecutivo de Patxi López ascendía a 2.150 millones de euros.
Al final el Gobierno Vasco anunció un drástico recorte del Presupuesto que los socialistas habían pactado con el tripartito liderado por Juan José Ibarretxe para hacer frente a la caída de la recaudación de 2009, el peor año de la crisis. Aun así insistió en que el anterior Ejecutivo tenía parte de la culpa.
ajuste de gasto Lo cierto es que ese tipo de batallas, más o menos habituales en todos los cambios de gobierno, tienen especial eco en momentos en los que los ingresos públicos se desploman. Y al margen de los rifirrafes con tono partidista, en esos casos de parón de recaudación siempre llegan acompañados de ajustes de gasto.
Esa será previsiblemente la tónica de lo que queda de año. La CAV ha recaudado en el primer semestre un 3% menos que en el mismo periodo del año pasado. Son unos 141 millones de euros menos repartidos entre las tres diputaciones, pero lo más preocupante es que no se están cumpliendo las previsiones de recaudación. La economía no funciona como se esperaba y, por si fuera poco, las haciendas vascas tienen que devolver el IVA del caso Rover (435 millones de euros) tras el fallo judicial contrario a los intereses vascos. Aunque todavía no se han hecho públicos los datos de recaudación de julio, fuentes forales adelantaron ayer a este medio que han sido "regulares". Tampoco se espera un cambio significativo en agosto y cada vez es más complicado cumplir con los objetivos marcados. Las próximas semanas se concretará el plan del Gobierno Vasco y el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, ya avanzó en su pleno de investidura su intención de realizar ajustes internos.