madrid. El Euríbor se tomará un respiro en el mes de agosto. El índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España cerrará previsiblemente por debajo de la cota del 2,10%, nivel inferior al registrado en julio (2,183%), aunque aún quedan tres días para que concluya el mes.

Este descenso pone freno al miedo que se había instalado en el mercado a que las tensiones en la deuda y la subida de los tipos de interés comenzasen a disparar al índice y que en poco tiempo regresara a los niveles máximos de 2008.

Sin embargo, esta caída no supondrá un alivio para el bolsillo. Al contrario, elevará en casi 600 euros el importe que los usuarios pagan por sus préstamos hipotecarios al año y en casi 150 euros al trimestre.

En concreto, un usuario que tenga un préstamo medio de 120.000 euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a un plazo de 25 años y con un diferencial del 1%, pagará a partir de agosto 575 euros al mes, lo que supone un repunte de 42 euros respecto a lo que pagaba hace un año. En el caso de que la revisión sea semestral, la subida será de 24 euros al mes, ya que el índice se situaba en febrero en el nivel del 1,714% y los usuarios pagaban de media unos 551 euros, frente a los 575 euros que pagarán a partir de septiembre.

En los últimos trimestres las condiciones del mercado hipotecario han cambiado y las entidades se han vuelto más exigentes a la hora de conceder préstamos. Además, la falta de liquidez y los saneamientos que han tenido que afrontar para limpiar sus balances por el incremento de la morosidad y de sus inmuebles en cartera han reducido los importes de los nuevos préstamos. Hasta el inicio de la crisis, las entidades ofrecían mayores préstamos y eran más flexibles en sus ratios de endeudamiento. Ahora, los usuarios que vayan a solicitar préstamos deberán tener en cuenta que el importe será menor, tendrán que disponer de entre el 20% y el 30% del valor y su letra no podrá superar un tercio de su nómina en el peor de los escenarios.

Sin embargo, los consumidores pueden estar tranquilos en un aspecto, el índice tardará "años" en alcanzar el 5% que alcanzó tras el estallido de la crisis. De hecho, los expertos han rebajado levemente su previsión inicial para 2011, y prevén que el índice cierre por debajo del 2,5%. Esta rebaja de debe a que el mercado descuenta que el BCE no aplicará una nueva subida en los tipos de interés como se preveía, y, por tanto, los tipos cerrarán en el 1,5% actual. La percepción sobre la economía mundial apunta hacia una desaceleración o, incluso, un doble recesión, lo que lleva consigo una caída de la inflación y la estabilidad de los tipos, según indican los expertos.

En épocas de bonanza, la diferencia entre el precio oficial del dinero y el Euríbor se sitúa en torno al 0,25%, como ocurrió entre 2003 y 2007. Sin embargo, en momentos de crisis como el actual, en el que la liquidez es menor y crece la desconfianza, el diferencial se amplía y se sitúa en torno al 0,75%.