¿Cuál es el secreto del creciente éxito de los partidos de ultraderecha en Europa?

Que estos partidos han conseguido captar el voto de sectores importantes de la población que en circunstancias normales nunca les habrían votado. Han sido capaces de presentar en sus programas una serie de puntos que realmente interesan a un sector de la ciudadanía.

¿Qué tipo de gente se ha pasado a apoyar a estos partidos radicales?

Nosotros diferenciamos dos tipos de personas: por un lado, están aquellas de clase trabajadora que se ven más vulnerables en una Europa de fronteras abiertas. Por otro lado, también captan a personas cualificadas y tituladas que temen que la cultura de sus países se vea mermada por la mezcla de culturas.

Hay una frase que se escucha mucho últimamente, la de "primero los de casa". ¿Está justificado que se recurra tanto a ella?

Muchos ciudadanos se identifican con la idea de que debe existir una preferencia en los derechos de los ciudadanos para ellos. La nueva derecha radical se erige en representante de aquellas personas que se ven marginadas dentro de sus propios países.

Se dice que el gasto en inmigración es excesivo. Según un estudio, en Reino Unido los inmigrantes constituyen un 8,7% de la fuerza laboral pero contribuyen con un 10,2% de los ingresos de ese Estado. ¿Se debe desmitificar la idea de que la inmigración es deficitaria?

Primero, debe hacerse una distinción entre los inmigrantes de segunda o tercera generación con los recién llegados. Pero con relación al número de prestaciones, lo que mueve a las personas a tomar una postura no son los datos, sino su percepción de la inmigración. Y la percepción es que hay muchos inmigrantes.

Y el problema es...

Que ven que todos los inmigrantes tienen derecho a una casa gratis, y que su hogar es más cómodo que el de algunos ciudadanos de clase trabajadora. Existe base para pensar eso en algunos casos, pero ocurre que se generaliza y se va más allá de la realidad.

Hace unos meses, David Cameron, primer ministro del Reino Unido, dijo que "el multiculturalismo impulsado por el Estado ha fallado". ¿En qué?

Considero que el multiculturalismo en el Reino Unido ha hecho una contribución importante, porque ha permitido que personas de culturas y religiones distintas convivan dentro de una misma sociedad, más o menos en una buena relación. Pero también ha tenido un aspecto negativo.

¿Cuál?

La excesiva permisividad que ha tenido ese país defendiendo la diferencia, la diversidad per se, sin tener en cuenta que en algunos casos la diferencia atenta contra los principios de la democracia y los derechos humanos. Multiculturalismo, sí, pero con matices. No se trata de financiar todo lo que es diferente por el hecho de serlo, sino que hay que dejar fuera aquellas actitudes que están en contra de los derechos humanos y las leyes de ese país.

Ese modelo de multiculturalismo ha provocado que proliferen los guetos en las grandes ciudades. ¿Es una de las consecuencias que se deben evitar?

Es complejo, porque las reacciones violentas que han tenido lugar hace días en el Reino Unido muestran la dificultad de cuando la diversidad, la marginación y la pobreza conviven, y esto ha provocado una explosión de violencia importante. Evitar los guetos es un objetivo, pero muchos de los grupos étnicos que han ido allí a vivir buscan colonizar algunas zonas que consideran como suyas. En Gran Bretaña hay guetos donde personas de otras etnias no son bienvenidas ni se acepta su presencia. Y el Estado ha tolerado que se creen estos guetos.

Algunos países europeos, como Italia, Francia o Suiza tienen partidos de ultraderecha con un gran poder; en ocasiones, hasta forman parte de los gobiernos. No obstante, en España las formaciones de derecha radical no tienen tanta representación, ¿por qué?

España viene de una dictadura que terminó hace 35 años, por lo que no podemos compararnos con otros países de Europa, que vivieron directamente la Segunda Guerra Mundial, el nazismo, etcétera. En España la democracia es aún muy joven...

Pero la evolución de estos partidos, ¿seguirá un camino similar a la de Europa?

Sí, es probable. También es cierto que en España, hasta ahora, algunos partidos han sido capaces de contener versiones más radicales de la derecha.

En su tierra, en Catalunya, la Plataforma per Catalunya (PxC), de derecha radical, ha cosechado un éxito notable en las pasadas elecciones. ¿Podría expandirse este resultado a toda España?

Es posible. La Plataforma per Catalunya, que ha obtenido representación, se inspira en otros partidos de nueva derecha europea, particularmente en el Freedom Party (Partido de la Libertad) de Austria. No hay que olvidar que en Catalunya el nivel de inmigración asciende al 15%, que es la tasa más alta de España, pero que también es más elevada que la de cualquier país de la Unión Europea.

Y la crisis económica, ¿ha elevado la cifra de personas opuestas a la inmigración?

La crisis económica ha radicalizado la postura de personas de clase trabajadora, que consideran que los inmigrantes tienen acceso a subsidios de desempleo o alojamiento que a ellos les cuesta mucho esfuerzo conseguir.

¿Cuál es la postura de los partidos tradicionales frente a los de derecha radical?

La estrategia de los partidos tradicionales ha sido despreciar a los partidos de nueva derecha radical y considerarlos como un grupo de fascistas. Eso implica que no hay análisis. Y hay que analizar por qué surgen estos partidos y por qué obtienen resultados electorales notables.

¿En qué se diferencian los partidos fascistas de la primera mitad del siglo XX de los actuales?

La diferencia más importante es que el fascismo de 1922 a 1945 se presenta como un movimiento anti: anticomunista, anticlerical en ocasiones, antisemita e incluso contrario al capitalismo puro y duro. La nueva derecha radical no desea cambiar el sistema democrático, sino ser parte de él. Se definen como defensores de la "hiperdemocracia", del sentido común y del pueblo, con un cierto populismo. Son básicamente contrarios a aquella inmigración que consideran diferente, sobre todo el Islam.