vitoria. El comité de empresa de Aernnova tiró ayer nuevamente de manual para llamar la atención pública ante lo que consideran una injusticia y, de paso, alertar a las instituciones vascas y alavesas del peligro que puede provocar la llegada de un fondo de inversión al accionariado de la compañía del Parque Tecnológico de Álava. Fernando Gómez, presidente del comité de empresa de Fuasa, una de las filiales junto con Moasa, Hegal y Fibertecnic, pidió a las instituciones una mayor implicación en el control de la empresa aeronáutica antes de que sea demasiado tarde. "Podría provocar la salida de carga de trabajo del territorio alavés hacia otros países", advirtió.

Según los datos que maneja el comité, la adquisición del 71% de las acciones por parte de Mubadala rondaría los 500 millones de euros y podría cerrarse en las próximas semanas, lo que permitiría a los inversores "controlar totalmente" el grupo. Los diferentes comités temen que esta operación ponga en riesgo los 1.200 puestos de trabajo en Álava, por eso ayer criticaron la "falta de interés" de las instituciones vascas y alavesas y consideraron "inadmisible" su "nula implicación" con este sector. "Desde la venta de Gamesa Aeronáutica al grupo liderado por Caja Castilla-La Mancha se ha producido una destrucción de empleo galopante en Álava de cerca de mil puestos de trabajo y ahora que nos vuelve a comprar otro gobierno, nuestras instituciones están sumidas en un mutismo total", lamentó Gómez.