MaDRID. El Tesoro español celebró ayer una nueva subasta de letras a 3 y 6 meses, en la que tuvo que volver a elevar el interés de ambas denominaciones y en la que la demanda fue menor que en pujas anteriores, como consecuencia de las tensiones que se viven en el mercado de deuda soberana.
En concreto, el Tesoro logró colocar 2.885 millones de euros en letras a 3 y 6 meses, pero con un interés creciente, ya que la rentabilidad de las primeras se situó en el 1,950 % (por encima del 1,580 % anterior) y la de las segundas, al 2,650 % (superior al 1,790 % de la última puja).
Esta puja, en la que se esperaba colocar entre 2.000 y 3.000 millones de euros, se saldó con una demanda que superó los 9.300 millones de euros. No obstante, esta demanda fue menor que en ocasiones anteriores, tal y como resaltaron los analistas de Renta 4, quienes calificaronde "ajustado" el resultado de la subasta de ayer. "No es que la subasta haya sido decepcionante, es que se ha hecho en un momento complicado", añadieron los analistas, quienes matizaron que los mercados siguen pidiendo tanto a España como a Italia avances en las reformas estructurales.
De opinión contraria fueron los analistas de Ahorro Corporación, quienes explicaron que la puja no había tenido un mal resultado teniendo en cuenta la situación de los mercados.
La subasta celebrada ayer por el Tesoro es la cuarta que ha llevado a cabo España en julio, que comenzó con una puja de bonos en la que se adjudicaron 2.996 millones y en la que también se elevó el interés. Un hecho que se repitió en las siguientes, los días 19 y 21.
Estas cuatro subastas consecutivas en las que el Tesoro ha tenido que elevar el interés, se llevaron a cabo después de que en el mes anterior, España también tuviera que ofrecer más por las pujas que realizó. Solo en una de ellas, la que se celebró el 21 de junio, consiguió reducir el interés de las letras a seis meses, aunque se elevó el de las de tres.
La operación de ayer se realizó tras una semana en la que la agencia Moody's rebajó la calificación de la deuda griega hasta casi la suspensión de pagos y, por otra parte, el Eurogrupo alcanzó un acuerdo sobre el segundo rescate al país heleno, aunque éste no ha devuelto el optimismo a los inversores.