Madrid. Las autoridades europeas intentaban ayer encontrar una fórmula para impedir que la crisis de la deuda en la eurozona contagie a economías más importantes como Italia y España, al tiempo que los desacuerdos demoraron un segundo rescate a Grecia.

Su incapacidad para atajar las dudas sobre la fortaleza de los bancos italianos y concretar la ayuda a Grecia dispararon ayer la prima de riesgo española hasta los 335 puntos, una cifra récord desde la creación del euro, y elevaron la rentabilidad hasta su máximo desde 1997.

Como consecuencia de estas tensiones en los mercados, la Bolsa española, al igual que sus homólogas europeas, cayó el 2,69 %, hasta situarse en mínimos desde hace seis meses.

Las nuevas tensiones de los mercados registradas ayer se produjeron justo en el día en que se celebraba una reunión de "coordinación y de preparación" de la UE previa al Eurogrupo, en la que se preveía tratar de avanzar en el segundo plan de rescate a Grecia.

Italia No obstante, de nuevo Italia volvió a estar en el centro de las miradas de los inversores como consecuencia de las dudas que suscita su economía, su nivel de endeudamiento y su sistema financiero, además del efecto que esto tiene sobre su deuda soberana, que cerró la sesión en 335 puntos básicos. Y ello cuando hace apenas tres meses se situaba en 120 puntos básicos. Pero no solo la prima de riesgo italiana se incrementó ayer, también la española, que cerró la sesión en los 335 puntos básicos, el máximo desde la creación del euro en 1999.

Este alza, respecto a los 284 puntos básicos del viernes, es la mayor subida en una jornada desde que existen datos comparables en la era del euro. Además, el repunte se debe a que la rentabilidad de los bonos españoles a 10 años se incrementó hasta el 6,030 %, su nivel más alto desde 1997, en tanto que el rendimiento de la deuda alemana bajaba hasta el 2,672%.

El diferencial español, que comenzó la sesión en los 287 puntos básicos, se situó ayer por primera vez desde la introducción de la moneda única europea por encima de 300 puntos básicos, y alcanzó a las 17.15 horas un máximo intradía, 338 puntos básicos.

Como consecuencia también de las dudas respecto al sector financiero italiano y al segundo rescate a Grecia, el riesgo de un posible contagio de España y el aumento de los diferenciales europeos, la Bolsa española cayó el 2,69% hasta los 9.670,60 puntos, un nivel que no registraba desde el pasado enero.

La Bolsa española, que llegó a bajar el 3,52 % en la sesión, cerró la jornada perdiendo todo lo que había ganado en el año, periodo en el que ya cae el 1,91%. Pese a todo, las mayores pérdidas las registraron el mercado de Portugal, bajó un 4,28%, y Milán, un 3,96%.

Al cierre de la jornada, otro de los grandes afectados por la ola de desconfianza sobre Europa era el euro, que había cedido posiciones frente al billete verde estadounidense y cotizaba a 1,40 dólares.

Al respecto del alza de las primas de riesgo y para frenar la desconfianza de los mercados, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió ayer "una respuesta europea" que aclare el papel que tendrá el sector privado en la reestructuración de la deuda griega. Según explicó Zapatero, el debate sobre la participación voluntaria del sector privado en el proceso de ayuda al país heleno es la cuestión de fondo de las tensiones de los mercados y por eso "tiene que tener una clarificación rápida y precisa".

Bruselas La reunión extraordinaria de dirigentes de las instituciones de la UE convocada por el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, sobre la crisis de deuda en la eurozona concluyó ayer sin resultados. Al encuentro asistieron el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet.

Por su parte, los ministros de Economía de la eurozona se reunieron para pactar las "líneas directrices" de la participación de la banca en el segundo rescate de Grecia. No obstante, no se preveía un acuerdo final hasta septiembre pese al agravamiento de las turbulencias en los mercados.