madrid. El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto con el que modifica la Ley de Estabilidad Presupuestaria y fija un tope máximo al incremento anual del gasto del Estado y las entidades locales ligado a la evolución del PIB nacional en los cinco años anteriores, el año en curso y las previsiones de evolución para los tres años siguientes (2,75%). De esta forma, el Gobierno asume el compromiso europeo de determinar una regla de evolución del gasto público que garantice su vinculación a la propia evolución de la economía.

Además, el Gobierno acordó también proponer una iniciativa análoga a las Comunidades Autónomas en la próxima reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que se celebrará a finales del mes de julio.

alcance En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó que la nueva norma afecta al Estado y a las administraciones locales más importantes, entre las que se encuentran un total de 90 ayuntamientos y 38 diputaciones.

En concreto, los objetivos de estabilidad presupuestaria se fijarán teniendo en cuenta que el crecimiento del gasto computable de cada administración no podrá superar la tasa de crecimiento a medio plazo de referencia de la economía española. Esta tasa se define como el crecimiento medio del PIB expresado en términos nominales durante nueve años.

La excepción a esta norma se dará cuando se aprueben cambios normativos que supongan aumentos permanentes de la recaudación, con lo que la tasa de crecimiento del gasto podrá aumentar en la cuantía equivalente. Cuando, por el contrario, se aprueben cambios normativos que supongan disminuciones de la recaudación, la tasa de crecimiento del gasto deberá disminuir en la cuantía equivalente. En caso de incumplimiento, la administración pública responsable deberá adoptar medidas extraordinarias de aplicación inmediata que garanticen el retorno a la senda de gasto acorde con la regla establecida.

Según Rubalcaba, se trata de una regla que limita el gasto en función de lo que crezca la economía, por lo que supone un control de la estabilidad con "tiempo. No se trata de fijarlo año a año", ha señalado el vicepresidente primero, sino de controlar el déficit en el ciclo.