vitoria. La negociación del convenio del Metal alavés, probablemente el más trascendental para el territorio pues en ese sector trabajan 17.000 alaveses, sigue bloqueada. Ayer la patronal y los sindicatos volvieron a reunirse con posturas prácticamente inamovibles respecto al último encuentro, de primeros de mes. Sólo CCOO apuntó un nuevo factor a la negociación, la propuesta de abordar, además del alavés, un convenio de ámbito autonómico, "una fórmula imprescindible para hacer frente a la reforma de la negociación colectiva recién impuesta por el Gobierno".
SEA-Empresarios Alaveses mantiene su planteamiento de aumento de la jornada laboral en 15 horas, hasta un total de 1.750 horas en 2013; desvinculación de los salarios del IPC, inclusión de cláusulas tanto de ultraactividad como descuelgue salarial y aumento en la flexibilidad horaria. Todo ello, insiste la patronal alavesa, "con el fin de mantener empleo e incrementar la competitividad de un sector que presenta claros problemas". Una postura que encuentra el rechazo frontal de los sindicatos.
"Nunca vamos a aceptar retroceder en derechos", manifestó Francisco Antúnez, uno de los representantes de UGT en la mesa de negociación, porque "ello supondría seguir atascados en la crisis. No es de recibo que en aras a la crisis quieran subir el número de horas en el calendario laboral, cuando todavía los siderúrgicos alaveses superamos las 37 horas semanales, y además va en contra de la creación de empleo". UGT reclama un incremento salarial del IPC más 2 puntos, "porque sino nunca se va a poder reactivar el consumo": "La misma patronal alavesa reconoce que se mantiene gracias al consumo exterior, porque no existe el interior".
Por su parte, CCOO planteó en la reunión de ayer dar pasos de forma "urgente" para "crear un ámbito autonómico de negociación en el metal y en otros sectores para Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y evitar así el caos en las relaciones laborales". "Si ELA y LAB no inician el camino para buscar este nuevo espacio de negociación, estarían abandonando a los trabajadores vascos -apuntó Comisiones-. Estarían demostrando que la acusación que llevan meses lanzando a CCOO por "levarse la negociación de los convenios a Madrid era una mera farsa".