madrid. Las dudas sobre la viabilidad del programa de ajuste presupuestario del Gobierno y sobre su capacidad para asegurar el recorte del déficit justifican, a juicio de la Comisión Europea, la necesidad de que España acometa, de cara a 2012, nuevos recortes. En concreto Bruselas ha pedido al Ejecutivo que durante el próximo año reduzca las cotizaciones sociales de los trabajadores para disminuir los costes salariales, y que compense la reducción de ingresos aumentando el IVA y los impuestos sobre la energía. En otras palabras, reducir las cotizaciones para que las empresas gasten menos en salarios y compensar esa merma en la Seguridad Social subiendo los impuestos y la factura de la luz, el gas y la gasolina.
La solicitud está incluida en las recomendaciones que el Ejecutivo comunitario ha dirigido a España de cara a la elaboración de los Presupuestos para 2012. Bruselas destaca que España ha registrado un "fuerte incremento" de los costes laborales unitarios desde finales de los 90, lo que se ha traducido en más inflación y una pérdida de competitividad. "Encontrar margen para reducir el nivel relativamente alto de las contribuciones sociales con el objetivo de bajar los costes laborales no salariales ayudaría a impulsar la competitividad", apunta.
En este sentido, la Comisión resalta que "los impuestos sobre la energía, especialmente los impuestos sobre los carburantes, son relativamente bajos en España y podrían ser una forma de compensar los ingresos". Y defiende "modificar la estructura y los tipos del IVA".
El Ejecutivo comunitario ha reclamado además al Gobierno aprobar la reforma de la negociación colectiva y modificar las cláusulas de revisión salarial "para garantizar que el crecimiento de los salarios refleje mejor la evolución de la productividad". Bruselas pide también a España que evalúe el impacto de la reforma laboral aprobada en diciembre de 2010 y que, si los resultados son negativos, haga más reformas.