barcelona. El gigante japonés de electrónica de consumo, Panasonic, despedirá 40.000 trabajadores en dos años en un intento de mejorar su competitividad frente a los rivales asiáticos. La compañía emplea a 380.000 personas e invertirá más de mil millones de dólares en la reestructuración de la empresa. Los analistas consideran que se trata de un gran movimiento para modernizarse. La información no ha sido confirmada por la empresa.

La industria japonesa de la electrónica, pionera en este sector, se enfrenta a una creciente competencia de fabricantes coreanos (como Samsung o LG) y chinos. Panasonic está intentando reorientar el foco de su producción prestando más atención al ahorro energético con, por ejemplo, baterías recargables, robótica, paneles solares... Según los analistas, una de las causas de este despido masivo debe buscarse en la compra en 2008 de Sanyo. La integración completa de ambos equipos se terminó en abril de este año y Panasonic querría con esta medida racionalizar su plantilla, particularmente fuera de Japón.

Los últimos resultados presentados este mes por la compañía muestran unos beneficios anuales de 643 millones de euros, confirmando la salida de los números rojos al término del ejercicio 2010-2011.

El recorte de Panasonic, que ya ha realizado en el pasado otros reajustes importantes, es uno de los mayores despidos de personal de la historia.