Washington. Los ministros de Finanzas y Economía del G-20 analizarán de cerca a siete de sus miembros en el marco de un acuerdo alcanzado ayer para identificar desequilibrios que puedan conducir a crisis en la economía global. "Acordamos una serie de pautas indicativas que completan la primera fase de nuestro trabajo para identificar desequilibrios persistentemente abultados", señaló el G-20 en un comunicado. "Lanzamos ahora el segundo paso de este proceso con un análisis en profundidad de la naturaleza de esos desequilibrios y los motivos de fondo que impiden el ajuste", subrayó el G-20.
El grupo prevé establecer en su próxima reunión, a finales de año, las medidas preventivas y correctivas que conformarán su plan de acción para asegurar un crecimiento "sólido, sostenible y equilibrado", lo que se tratará en la reunión de jefes de Estado de noviembre en Cannes.
La ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, adelantó en una rueda de prensa que el grupo someterá a un escrutinio detallado a los siete países, que representan más del 5% del Producto Interior Bruto (PIB) nominal o por paridad de poder adquisitivo del G-20. Lagarde confirmó que Francia está en la lista e Italia no forma parte de ella.
Aunque la lista no es oficial, según esos parámetros de medición integrarían el grupo China, Francia, Alemania, Japón, Gran Bretaña y EEUU. El séptimo puesto podría recaer sobre India o Brasil.
El acuerdo alcanzado en Washington establece parámetros de medición para identificar desequilibrios peligrosos en tres grandes áreas: deuda pública y déficit fiscal, tasa de ahorro y deuda privada y los desequilibrios externos, que incluyen la balanza comercial y los flujos netos de inversión y transferencias. Esas tres grandes áreas de referencia se establecieron durante la última reunión del grupo en febrero en París.
El objetivo final es determinar cuándo los niveles de deuda, los déficit comerciales u otros indicadores revelan riesgos sistémicos. Los modelos estadísticos utilizados se basan en el periodo 1990-2004, que es el que precedió a los grandes desequilibrios externos.
Los titulares de Economía y Finanza reunidos en Washington destacaron que la recuperación económica sigue afianzándose y aparece más sostenible, aunque alertaron de que "todavía hay riesgos". Los ministros reconocieron que las recientes revueltas en Oriente Medio y el norte de África aumentaron la "incertidumbre" económica y las tensiones en los precios de la energía.
El repunte de los precios de los combustibles y los alimentos es un tema de discusión en la reunión conjunta de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) que se celebra esta semana en Washington.