¿El peligro de rescate de la economía española, tras la situación de Portugal, sigue en riesgo?
No. España no va a ser rescatada porque ha hecho bien su trabajo desde el punto de vista de las reformas que eran necesarias. Nada tiene que ver con el grupo de países, que, desgraciadamente, se han quedado más retrasados como Grecia, Irlanda y Portugal a los que se ha tenido que ir a rescatarlos. No es que se ha abandonado el escenario del rescate, sino que nunca se estuvo.
A pesar de las reformas realizadas hasta ahora, todavía Zapatero no ha afrontado los problemas estructurales de la economía española. ¿Se están haciendo los deberes en este sentido?
Creo que se están haciendo los deberes y se están tomando decisiones importantes en el terreno donde había que hacerlo como son los temas de pensiones, la reforma del sistema financiero y de las cajas de ahorro, y, por supuesto, luchar contra el déficit.
¿Pero la economía española sigue por la senda del bajo crecimiento?
Sin embargo, los datos comienzan a ser positivos.
La tasa de paro no desciende y es la más alta de Europa...
Cuando haya crecimiento habrá aumento de empleo, pero tiene que ser más vigoroso para que tenga efecto en el paro. Estamos viendo que la afiliación a la Seguridad Social comienza a aumentar, lo que quiere decir que hay un cierto movimiento en la dirección de incrementar el empleo.
¿El fuerte endeudamiento que registra la economía española está lastrando su crecimiento en el corto y medio plazo?
El endeudamiento en España era privado, ya que en el año 2007 el sector público tenía superávit y crecía al 4%. El endeudamiento privado lo que ha traído ha sido un incremento del déficit público y, por lo tanto, un aumento del precio acumulado de la deuda.
¿Esto quiere decir que Zapatero lo está haciendo bien?
Ahora mismo, sí. No tengo duda. Lo que es verdad es que al principio se empezó con menos energía. Ahora, el Gobierno está haciendo bien las cosas.
¿Europa no ha demostrado tener grandes dificultades para comenzar a salir de la crisis?
Hay que decir que esta crisis es global y no sólo europea. Europa está haciendo el esfuerzo necesario para ello. Lo que si es verdad es que con el tiempo, los países emergentes están saliendo mejor de la crisis que los países desarrollados. Un porcentaje importante del crecimiento mundial, en este momento, no parte de los países desarrollados, sino de los emergentes y los que están en vías de desarrollo. Eso va a seguir así y significa una transformación importantísima de poder en el mundo. Hay unas transferencias de poder en el mundo que van desde el océano Atlántico al Pacífico y que no va a cambiar. Vamos en esa dirección y nos tenemos que acostumbrar también a parámetros nuevos y trabajar desde las relaciones de más interdependencia. Es un mundo muy interdependiente donde los problemas tienen una componente global y, por lo tanto, la solución debe ser global.
¿La crisis no ha puesto en evidencia una falta de liderazgo de Europa?
En las situaciones difíciles se manifiestan las capacidades y las debilidades de cada uno. No quiero hablar de ningún líder en particular, pero es verdad, que no sólo en Europa, sino en general en el mundo, se ha echado en falta a mi juicio algo más de liderazgo.
¿Los mercados han sido capaces de controlar la situación por la falta de liderazgo de los gobiernos?
Lo que se ha hecho bien ha sido la utilización del G-20 que celebró dos reuniones importantísimas como las que tuvieron lugar en Londres y Pittsburgh. Estas reuniones fueron fundamentales porque cortaron claramente con que la crisis financiera siguiera. Lo que pasa es que una cosa es cortarla, y otra, es darle la vuelta. Esas dos primeras reuniones del G-20 fueron fundamentales para coordinar a los países más importantes del mundo en su esfuerzo por frenar la situación.
De ahí, surgieron los mecanismos de rescate a los países en mala situación... ¿Deben perdurar esas medidas?
Hay que ir poco avanzando hacia organismos como el G-20. Existen ya instituciones como el FMI, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio. Todas estas instituciones tienen que jugar cada vez más un papel más importante porque los problemas son globales luego las soluciones deben tener ese ámbito. Hacen falta instituciones de gobernanza global. El G-20 ha sido muy útil para dar estabilidad. Hay que dar más valor, más medios y más capacidad operativa a estas instituciones.
¿Cree necesaria también una reestructuración del sistema financiero europeo?
Sin duda hay que hacerla. No solamente afecta a Europa, sino también a Estados Unidos.
¿Si el BCE hubiera podido emitir bonos la situación de algunos países de la UE hubiera sido diferente?
Hubiera sido mejor, pero la situación no estaba madura en Europa para de una manera clara poder emitir bonos. Como eurobonos no creo que ahora se pueda hacer, pero con las medidas que se han tomado para el año 2013 si es posible hacer algo como parecido a emisiones de esos productos. No serán con ese nombre, que produce sarpullidos en algunos países miembros, como por ejemplo, Alemania.
¿Cómo ve el futuro de Europa?
Creo que Europa terminará siendo una pieza fundamental en el orden mundial. Es el primer ejemplo de lo que es construir un mundo donde los Estado-nación ceden libremente a una instancia superior. Es un ejemplo maravilloso de lo que se puede hacer. A Europa le falta una mayor gobernanza en el campo de la economía, en el que no estaba preparada hasta ahora. No ha habido nunca una crisis de esta naturaleza.
¿Por qué la crisis no la han pagado los bancos que son los que la provocaron?
Los bancos son fundamentales. Las consecuencias de un fallo en el sistema financiero nos afectan a todos, pero algunos tenían que haber pagado más las consecuencias de la crisis. Pero debemos adquirir la responsabilidad de tener un sistema financiero mejor coordinado y más controlado y regulado.