vitoria. Los islandeses volvieron a rechazar el sábado, en un referéndum, el pago de las deudas en el extranjero del banco Internetbank Icesave, que quebró en 2008, con fondos del erario público. De nada sirvió la campaña del Gobierno y de una mayoría del Parlamento para asumir las deudas con Holanda y el Reino Unido del banco. Ya en la primera consulta popular de marzo de 2010 el 93% de los votantes había rechazado asumir la deuda. Según los resultados del segundo referéndum difundidos ayer, una clara mayoría de casi un 60% volvió a decir "no" a la propuesta acordada por la primera ministra, Jóhanna Sigurdardóttir, con Holanda y el Reino Unido.

Los gobiernos británico y holandés habían indemnizado a 340.000 clientes del Icesave en sus países tras la bancarrota del banco, con un total de 3.800 millones de euros. Un dinero que esperan recibir ahora de Islandia. Se trata, sin embargo, de una suma exorbitante para los 320.000 habitantes de la pequeña república insular. Las deudas del Icesave superan incluso el monto íntegro del presupuesto del Estado. Y una gran mayoría de los islandeses no están dispuestos a asumir con fondos públicos los costes del colapso de su sistema bancario, que ha disparado el desempleo y ha conducido a duras medidas de ahorro del gasto público. Sin embargo el proceso será largo. Los Gobiernos del Reino Unido y los Países Bajos continuarán en los tribunales el proceso para recuperar los millones de euros que adelantaron al banco islandés Icesave. El secretario jefe del Tesoro del Reino Unido, Danny Alexander, expresó su "decepción" por el resultado del referendo y señaló que "parece que el proceso acabará ahora en los tribunales. Hay un proceso legal en marcha y seguiremos con él para intentar asegurar que se nos devuelve el dinero que el Gobierno británico ha pagado en los últimos años", declaró. Alexander precisó que se plantea presentar la demanda ante un tribunal del Área Económica Europea. "Teníamos una obligación para con la gente de este país que ahorró con esos bancos y ahora tenemos la obligación de recuperar ese dinero, y continuaremos insistiendo hasta que lo consigamos", afirmó. Por su parte, el ministro de Finanzas holandés, Jan Kees de Jager, declaró que consultará con su homólogo británico acerca de que nuevas medidas tomar contra Islandia. "Esto no es bueno para Islandia, ni para los Países Bajos. El tiempo para las negociaciones ha terminado. Islandia está obligada a pagar", concluyó.

Crisis en Islandia. El pequeño país no se encuentra en un buen momento. Se ha disparado el desempleo y necesita recibir créditos del extranjero para conseguir sanear su economía. Sigurdardóttir, la primera ministra, quiere también llevar a la pequeña isla del Atlántico norte al seno de la Unión Europea. Y para ello deberá tener el visto bueno de Londres y La Haya. La jefa de gobierno socialdemócrata se mostró consternada por el nuevo "no" de la ciudadanía. Es la "peor de todas las posibilidades imaginables", señaló y advirtió sobre el peligro de un caos político y económico en Islandia.