El juicio entre ACS e Iberdrola por las cuentas que declaró tener la constructora en 2009 y que debía comenzar hoy en el juzgado de lo mercantil número 1 de Madrid ha sido suspendido al desistir la eléctrica a continuar con el procedimiento judicial y que ACS ha dado su consentimiento, por lo que el juez ha decidido archivar la causa. La vista respondía a la demanda de Iberdrola contra ACS, a la que acusaba de ocultar pérdidas brutas por valor de 4,5 millones de euros en los resultados de 2009 mediante un contrato de derivados que tenía suscrito con el banco de inversión Natixis y con el que controla el 5,1 % de la eléctrica.