Vitoria. El paro oculto ha destrozado definitivamentre la buena tendencia que Álava venía registrando en los últimos meses en materia laboral. Amagos de repunte como los protagonizados por factorías como Michelin quedaron ayer sellados tras conocerse los últimos datos de marzo. Álava es, de largo, la provincia vasca que peor comportamiento tuvo en el citado mes, con una subida del 12% respecto a febrero que supuso 2.647 nuevas personas sin empleo. En el cómputo global, la tasa alcanza los 24.894 parados, una cifra inimaginable hace no mucho tiempo, cuando Álava gozaba de pleno empleo. Pero el mazazo es aún mayor, si cabe, cuando se analiza la evolución interanual del desempleo. Según los datos que ayer hicieron público desde la secretaria de Estado y Empleo, el paro alavés subió en marzo un 21% respecto al mismo mes de 2010, una cifra que duplica la registrada en Bizkaia y multiplica por siete la de Gipuzkoa.
¿Por qué? Ante este panorama, la pregunta más inmediata que surge es ¿por qué? El Gobierno Vasco explicó ayer a través de una nota que el aumento se justifica por la incorporación a la estadística de los 7.500 nuevos parados que estaban inscritos en el Servicio Vasco de Colocación (Langai) pero no en el Inem. Este desajuste se descubrió la semana pasada en el proceso de cruce de datos entre Langai y el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) tras la recepción de las políticas activas de empleo que desde el pasado mes de enero gestiona Lanbide. En la misma línea trató de explicarse el viceconsejero de Empleo, Formación e Inclusión Social, Javier Ruiz, quien señaló que el paro habría descendido en Euskadi "si no se hubieran sumado los desempleados de Langai". Ruiz, que no precisó el porcentaje que se hubiera producido, dejó claro que éstos eran 7.500 y el desempleo aumentó en 6.085, "por lo que el hecho es que ha habido unos 1.400 desempleados menos".
Euskadi, 6.000 parados más Sea como fuere, el desajuste numérico también se dejó sentir en el resto de Euskadi, donde el paro, la cara más amarga, continúa sin dar señales de recuperación. En concreto, subió en marzo en 6.095 personas (un 4,19% más que en febrero), lo que sitúa el número total de parados en 151.551 personas. Además, con respecto al mismo mes del año anterior, el desempleo en términos absolutos aumentó en 13.426 personas. Por sectores, se notó un aumento generalizado en todos los campos, destacando servicios como el más negativo, con 3.256 parados más hasta situar la cifra total en 94.638. En construcción, por su parte, el número de parados se eleva ya a 17.425, mientras que en industria la cifra se sitúa en 24.142.
A la hora de valorar el dato de empleo de marzo, las reacciones no se hicieron esperar. Una de las más contundentes procedió del PNV, que acusó al Gobierno de hacer "ajustes contables" como revelar la existencia de "siete mil parados nuevos que no estaban contabilizados" con el objetivo de "intentar maquillar" los datos de desempleo. La formación jeltzale aseguró que el paro vasco aumentó un 4,2% frente a un 0,8% en España y subrayó que "en estos momentos se destruye empleo a mucha mayor velocidad que en España". El responsable de ELA, Mikel Noval, también acusó al Ejecutivo de "dejación" en la política de creación de empleo y añadió que la prioridad se fija únicamente en la "reducción del déficit público", mientras que el secretario de Formación y Empleo de UGT-Euskadi, Felipe García, advirtió de que hay que acabar con la "descoordinación" en políticas de empleo y añadió que "esconde la realidad e impide una utilización racional de recursos" en esta materia. Por último, la única muestra de apoyo al Gobierno llegó desde Confebask, que manifestó que si no se hubiera producido la integración de Langai en Lanbide y, por tanto, "excluido este efecto estadístico, el número de parados habría caído sólo en 1.405 personas, lo que hubiera supuesto el mejor mes de marzo desde 2006".